La AN celebrará en noviembre el juicio a DEFEX y su director comercial por presuntos contratos irregulares en Camerún
Habrían pagado comisiones ilícitas a autoridades y funcionarios públicos del país africano
La Audiencia Nacional (AN) ha señalado para el próximo mes de noviembre la celebración del juicio contra la empresa semipública DEFEX y su expresidente por la presunta operativa de contratación y facturación desarrollada para conseguir contratos públicos de forma irregular en Camerún mediante el pago de comisiones ilícitas a autoridades y funcionarios públicos del país africano.
En un auto, al que ha tenido acceso Europa Press, la Sala de lo Penal fija el inicio de la vista oral el próximo 2 de noviembre a las 10.00 horas. En total, la Sección Tercera señala un total de seis sesiones para ese mismo mes y que se celebrarán en la sede del tribunal en la calle García Gutiérrez: los días, 3, 14, 15, 16 y 17.
En el banquillo de los acusados se sentarán la empresa pública de venta de armas Defex como persona jurídica y a su director comercial Manuel Iglesias. Además, en este primer juicio del caso Defex también están acusados el presidente de la mercantil Grupo Aresa Internacional, Óscar López i Salvadó; el director comercial de Deimos Space SLU, Francisco Luque Ramírez, así como contra las personas jurídicas Aresa Merina SL y Deimos Space SLU.
Fue en enero de 2019 cuando el entonces juez de la Audiencia Nacional José de la Mata propuso juzgar a la empresa y a los citados acusados. Los hechos investigados, que se centran en contratos sobre repuestos para vehículos, sistemas de vigilancia, material antidisturbios y armamento de patrulleras, eran constitutivos, según el juez, de los delitos de corrupción en las transacciones comerciales internacionales (actualmente corrupción en los negocios), falsedad documental, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales.
En la pieza relativa a Camerún, De la Mata consideraba que existían indicios sólidos y consistentes que ponían de manifiesto que las operativas desarrolladas por Defex en Camerún consistían en conseguir contratos públicos para la empresa mediante el pago de comisiones ilícitas a autoridades y funcionarios públicos, aprovechándose de la falta de mecanismos y procedimientos de prevención de delito de la empresa pública.
Para ello, pagaban también comisiones «extraordinarias y no justificadas a agentes», concretamente al ciudadano francés Phillipe Bourcier por medio de varias de sus empresas. Por eso, el magistrado ratificó en su auto la situación de busca y captura e ingreso en prisión de Bourcier, al que consideraba «pieza clave» de toda la operativa como comisionista y quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia.
Según el magistrado, «el importe total de las comisiones sin justificación pagadas por Defex a Bourcier y a sus empresas entre los años 2002 y 2016″ asciende a más de 14,6 millones de euros, que tuvieron como últimos beneficiados al comisionista y a sus familiares, así como autoridades y funcionarios públicos de Camerún y de otros países de África como Senegal, Gabón y Argelia». El auto del instructor identificaba, de acuerdo con la documentación bancaria recibida, se han identificado pagos a autoridades de Camerún por un total de 414.147 euros.
La persona responsable en Defex de estas prácticas, explicaba el juez, sería el directivo responsable del contrato, Manuel Iglesias Sarriá, junto con los presidentes de Grupo Aresa, Óscar López i Salvadó; el director comercial de Deimos Space SLU, Francisco Luque, y estas dos empresas como personas jurídicas.
DESPRECIO A LAS NORMAS LEGALES Y ÉTICAS
El juez instructor señalaba como responsables penales corporativos a Defex, Deimos y Aresa «por su absoluto descontrol en materia de organización y control societario, económico financiero y jurídico, y la inexistencia de los más elementales mecanismos de prevención del delito, cuya aplicación habría impedido estos criminales comportamientos».
Para De la Mata, concurrían evidencias múltiples de que las tres compañías «actuaban inspiradas en una filosofía corporativa de absoluto desprecio del Derecho y a las más elementales normas legales y éticas, e impulsadas por una política de beneficio a cualquier precio».
Por su parte, Bourcier no se limitaba a conseguir los contratos para Defex, sino que también realizaba las mismas tareas con idéntico patrón para Deimos y Aresa, multiplicando así las comisiones que percibía por estas operaciones, «con pleno conocimiento de los directivos» de las mercantiles.
Para la consecución de los contratos con las autoridades cameruneses, añadía De la Mata, tuvo una participación decisiva el almirante Pierre Nine Djonkam, quien habría sido destinatario de dádivas por parte de Defex, sin perjuicio de las comisiones pagadas a Bourcier a través de sus distintas empresas.