La AHE apunta a un panorama «inquietante» en la banca ante el aumento de la exposición al riesgo
La dudosidad sigue contenida en el cuarto trimestre
La Asociación Hipotecaria Española (AHE) cree que el aumento en la exposición al riesgo, que ha pasado a computarse en vigilancia especial , dibuja un panorama en cierto modo «inquietante» en la banca.
Así lo señala en su último informe sobre tasas de dudosidad del crédito inmobiliario correspondiente al cuarto trimestre de 2020, en el que aún se puede observar que el deterioro de la calidad de las carteras crediticias sigue sin manifestarse con crudeza.
La asociación recuerda que las distintas proyecciones elaboradas por los analistas apuntan a un claro aumento de la morosidad durante el ejercicio en curso y posteriores, cuyo alcance dependerá en gran medida de si se prorrogan los efectos de esta crisis.
También será determinante el hecho de que sea necesario reforzar la situación patrimonial de hogares y empresas con medidas adicionales, así como la resiliencia que muestre el empleo una vez se recupere la actividad por completo.
En cualquier caso, las entidades financieras, en anticipación a estos posibles riegos, han venido dotando sus balances de mayores niveles de provisiones y han seguido constituyendo sus colchones de capital para soportar en el corto o medio plazo los inevitables desajustes que esta crisis sanitaria parece que va a causar sobre la morosidad.
LA DUDOSIDAD SIGUE CONTENIDA
Mientras, los datos del cuarto trimestre siguen mostrando que la dudosidad se ha mantenido contenida en prácticamente todas las carteras de crédito.
Según la AHE, esta contención de la ratio de dudosos obedece, por un lado, a un aumento de las nuevas originaciones favorecido por las ayudas articuladas en forma de líneas de avales ICO y, por otro lado, a la dinámica que ha mantenido la cartera de riesgo dudoso .
La cartera de riesgo dudoso mantiene una senda descendente debido precisamente a estas últimas ayudas de apoyo al tejido productivo, que contemplan periodos de carencias de principal, así como a las moratorias decretadas por el Estado y el sector financiero.
En el sector privado residente, la tasa de dudosidad, que se sitúa en el 4,5% a cierre de año, ha mostrado una mejora tanto en términos trimestrales (de 0,1 puntos porcentuales), como en términos interanuales (de 0,3 puntos porcentuales).
En el denominador de esta ratio se aprecia un incremento del saldo vivo de un 2,6% en el último año, hasta alcanzar un importe de 1.224.458 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020; mientras que, en el numerador (conformado por los activos dudosos) se ha mantenido latente el proceso de saneamiento, pese a observarse una moderación en este último año como consecuencia de la pandemia.
En valores absolutos, se han dado de baja alrededor de 2.028 millones de euros en 2020, hasta registrar una cartera de dudoso cobro de 55.164 millones de euros.
Para la AHE, esta evolución contrasta significativamente con la disminución de los activos dudosos de más de 13.000 millones de euros observada en el año anterior o los casi 27.500 millones de euros que salieron de la categoría de dudosos en el año 2018.
Según el informe, esta circunstancia podría achacarse en buena parte a las dificultades técnicas de valoración y venta de activos derivadas del parón económico que ha provocado el estado de alarma.
En el crédito a la adquisición de vivienda, los dudosos también han mantenido un comportamiento favorable tanto en términos trimestrales (-3,9%) como en términos interanuales (-8,9%).
En concreto, la ratio de dudosidad de este segmento de crédito ha pasado de representar el 3,4% del cuarto trimestre de 2019 o el 3,3% del tercer trimestre de 2020, a situarse en el 3,1% en este último trimestre de 2020.
Al igual que en el segmento de hogares, si se atiende al crédito a las actividades productivas con subyacente inmobiliario, se observa que durante el ejercicio de 2020 la morosidad se ha seguido manifestando de forma positiva pese a mostrar cierta ralentización en el ritmo de saneamiento.
En las exposiciones ligadas al sector inmobiliario, la tasa de dudosidad ha pasado a situarse en el 5%, desde el 5,2% del año anterior o el 5,1% del trimestre inmediatamente precedednte.
DESENDEUDAMIENTO
En total, el saldo de los activos de dudoso cobro asciende a 4.079 millones de euros en este último año frente a los más de 80.000 millones que se registraron en plena crisis financiera.
La AHE señala el «fuerte» desapalancamiento que ha tenido lugar en este segmento de crédito, ya que actualmente el saldo vivo que engloba tanto los préstamos en riesgo normal , como los que están bajo la categoría de en vigilancia especial , así como los conocidos como en riesgo dudoso , apenas superan los 82.000 millones de euros, frente a un saldo superior a 324.000 millones de euros en 2009.
Igualmente, los datos muestran que este proceso de desendeudamiento se ha producido también en la cartera del crédito al sector de la construcción, en paralelo con el saneamiento de la cartera, que ha pasado de registrar un saldo dudoso de 23.000 millones de euros en la época más crítica, a situarse en poco más de una décima parte a cierre de 2020.
En consecuencia, la tasa de dudosidad se ha situado en el 9,2% a cierre de 2020, lo que se ha traducido en una mejora de 2,5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año 2019 y de 0,3 puntos respecto al trimestre anterior.
Esta mejora no sólo ha estado relacionada con la disminución de las exposiciones de dudoso cobro, sino que también se ha producido dentro de un ejercicio en el que el crédito a las sociedades no financieras ha mostrado cierto dinamismo apoyado en las líneas de avales públicos.