La AEMET prevé un invierno cálido y seco en Cantabria con temperaturas «por encima de lo normal»
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé un invierno cálido y seco en Cantabria, con temperaturas «bastante por encima de lo normal». En cuanto a las precipitaciones, es «muy probable» que la comunidad se sitúe en el perfil seco del país, con mayor probabilidad de lluvias cuanto más al oeste.
Así lo anunciado en rueda de prensa este jueves el delegado de la AEMET en Cantabria, José Luis Arteche, junto al responsable de la sección de climatología de la agencia, Juan José Rodríguez, con motivo de la entrada del invierno, que se producirá el próximo lunes 21 de diciembre a las 11.02 horas.
Respecto a los próximos días, Arteche ha avanzado que se espera un tiempo borrascoso, con dominio del viento sur y días con precipitaciones como este sábado. De cara a los días de Navidad, los modelos apuntan algunas precipitaciones, sobre todo el día 25, que «muy posiblemente» serán de nieve en las zonas altas de Cantabria.
En cuanto al balance del otoño, en Cantabria ha sido cálido, con 0,4 grados por encima de lo normal y normal en cuanto a precipitaciones, con un 98 por ciento de la cantidad esperada normal. Septiembre tuvo temperaturas normales y fue húmedo; octubre fue frío (-1,0 grado de lo normal) y muy húmedo; y noviembre muy cálido (1,9 grados por encima de lo normal) y muy seco.
Arteche ha precisado que los valores extremos observados durante el trimestre en cuanto a máximos de precipitación se dieron en los primeros días de octubre con la borrasca Alex, las rachas máximas de viento el 20 de octubre, las temperaturas máximas tuvieron lugar a mediados de septiembre con la entrada de aire sahariano y las mínimas hacia el 20 de noviembre.
En concreto, la temperatura mínima se registró en Cubillo de Ebro (-4.8 grados) el 22 de noviembre, la máxima en Ramales (36.0 grados) el 13 de septiembre, la precipitación acumulada en 24 horas en Alto Campoo (91.1 milímetros) el 20 de octubre y la racha máxima de viento en Soba Alto Miera (130 kilómetros por hora) el 20 de octubre.
El otoño también ha sido el 7º más soleado desde 1981, el viento ha soplado lo esperado, un 103 por ciento; y ha sido normal en cuanto a tormentas, con un total de 567, la mayoría en el mes de septiembre.
Respecto al año hidrológico, de octubre de 2019 a septiembre de 2020 se registró un 24 por ciento más de precipitación de lo que se esperaba y durante el último trimestre – hasta el día de hoy – acumula un superávit del 38 por ciento, por encima de la media.
Estos datos, que fijan al otoño de 2020 en Cantabria como el 12º más cálido desde 1961, junto con la sucesión de estaciones cálidas, sitúan a Cantabria en el año más cálido de su historia.
A nivel nacional, el otoño también ha sido cálido (0,5 grados por encima de la media) y seco (llovió un 86 por ciento del valor medio), convirtiéndose en el 8º otoño más seco del siglo XXI. En concreto, septiembre fue cálido y seco, octubre frío y seco; y noviembre muy cálido y normal en cuanto a precipitaciones.
Arteche ha destacado que todos los otoños de la última década han estado por encima de la media y el 95 por ciento de las anomalías detectadas tuvieron que ver con temperaturas altas.
Precisamente, con este balance climatológico del otoño, también se prevé que el año 2020 finalice convirtiéndose en el año más cálido en España desde que se tienen registros.