La AEHVE pide mejoras en la aplicación de la Estrategia Nacional de Cribado de la Hepatitis C
La Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), que integra a las principales sociedades científicas y asociaciones de pacientes comprometidas en nuestro país con el objetivo de la eliminación de la hepatitis C, ha demandado a las diferentes administraciones mejoras tanto en la definición de la Estrategia Nacional de Cribado de esta infección como en su aplicación y ejecución en las diferentes comunidades autónomas.
Con motivo de la Semana Europea de la Prueba del VIH y la hepatitis C, que se celebra hasta el próximo 23 de mayo con el objetivo de desestigmatizar y estimular la realización de la mismas, ha realizado esta reclamación, al tiempo que ha publicado un decálogo con diez recomendaciones para recuperar el ritmo de la eliminación de la hepatitis C en nuestro país, muy afectado por la pandemia, que ha tenido un efecto muy negativo sobre el inicio de los nuevos tratamientos, como se ha podido comprobar tras conocerse los datos completos de 2021.
Y es que el número de pacientes que iniciaron tratamiento para curar la hepatitis C el año pasado se situó muy lejos de los niveles previos a la pandemia: 1.853 nuevos tratamientos trimestrales de media en 2021 frente a 3.964 en 2019, menos de la mitad. En España quedarían aún entre 20.000 y 30.000 personas que tienen hepatitis c y no lo saben, a las que hay que «buscar y tratar», explica el coordinador de la AEHVE y jefe de Hepatología de La Paz, el Dr. Javier García-Samaniego.
La Alianza personas mayores de 50 años que no se hayan realizado nunca la prueba serológica de la hepatitis C; la incorporación de la recomendación de cribado universal de todos los adultos que acudan a un servicio de urgencias a los que se les realice alguna determinación analítica; y la Incorporación de la recomendación de lo que los especialistas llaman Algoritmo diagnóstico integral de las diferentes hepatitis virales crónicas (B, C y D), a partir de una única extracción de sangre .
El cribado en mayores de 50 años se sustenta en los propios datos de prevalencia recogidos en Guía de Cribado de la hepatitis C elaborada por el Ministerio, que son superiores en este grupo frente al resto de la población. En concreto en la población general se ha observado una prevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis c (VHC) del 0,85% y de infección activa del 0,22%.
Sin embargo, la prevalencia de la infección activa en hombres nacidos entre 1958 y 1967 alcanza el 0,86%, y la de los nacidos entre 1948 y 1957 se eleva al 0,72%, estando en los otros grupos por debajo de 0,20%. Por su parte, el cribado universal de los adultos en los servicios de Urgencias de los hospitales, la AEHVE lo recomienda para todos aquellos a los que se les realice alguna determinación analítica y a los que no se les haya hecho previamente la prueba serológica y tiene como objetivo convertir a los hospitales en espacios libres de hepatitis C.
Finalmente, de lo que se trata con la incorporación a la estrategia de cribado del «algoritmo diagnóstico integral», es de que el resultado positivo de la serología frente a los virus de las hepatitis (B, C y D), así como el VIH, active el análisis del resto de virus a partir de la misma muestra serológica.
A estas medidas, la AEHVE agrega siete más que son de mejoras tanto en la aplicación de las recomendaciones de la Guía nacional de cribado como de coordinación e integración territorial de esas medidas. Así, los expertos llaman la atención sobre el hecho de que más de la mitad de las autonomías no cuentan con un plan propio de eliminación de la hepatitis C (la OMS ha fijado 2030 como objetivo para eliminar la infección), adaptado a sus circunstancias y en desarrollo la Guía de Cribado nacional. Igualmente, subrayan la heterogeneidad en el cumplimiento de las medidas de cribado de poblaciones de riesgo (grupos vulnerables) o en situaciones de riesgo recomendadas por el Ministerio.
Especialmente relevante considera la AEHVE la incorporación de un sistema eficaz de alertas en Atención Primaria para el cribado de los pacientes con factores de riesgo, en situación de riesgo o con indicaciones clínicas, pues actualmente, esta práctica, recogida en la Guía Nacional de Cribado, es bajísima en casi todos los territorios y está siendo suplida por protocolos de actuación que son «claramente insuficientes en el actual contexto de enorme presión asistencial».