La AEC cree que Cantabria podría aumentar su parque eólico antes de dos años
Pide a los consejeros de Industria y de Medio Ambiente un nuevo marco legal que impulse las renovables y no las obstaculice
TORRELAVEGA, 17
La Asociación Eólica de Cantabria (AEC) ha indicado que actualmente existen más de 800 megavatios (MW) de potencia eólica que están siendo tramitados por sus socios para su implantación en la región, por lo que estima que los primeros parques podrían estar en construcción «antes de dos años», siempre y cuando superen los «exigentes» informes de impacto ambiental que realiza la Administración.
Esto es, según la AEC, una «buena noticia» para la región, ya que la ratio de inversión de estos proyectos es de un millón de euros por cada megavatio instalado.
Así lo ha puesto de relieve la asociación este jueves durante la celebración de su asamblea anual ordinaria, a la que han acudido como invitados los consejeros de Industria y de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín y Guillermo Blanco, respectivamente.
Ambos se han referido al «mandato recibido de parte del presidente», Miguel Ángel Revilla, de desarrollar las renovables en la región.
Martín ha dicho que «llegó el momento de la verdad» para la eólica, mientras que Blanco ha comprometido la colaboración de su departamento para dar curso a los trámites con «celeridad y seguridad jurídica».
La AEC ha señalado que hasta la fecha Cantabria sigue «a la cola» de España en cuanto a desarrollo de energía eólica, «una fuente energética renovable y sostenible que crea empleo en el territorio y descarboniza la economía del país».
Y ha lamentado que en la última década no se ha podido implantar ningún aerogenerador, y sin embargo las empresas del sector en la comunidad autónoma consideran que las renovables pueden ser un «puntal de desarrollo» para la economía de la región, tal y como establece la estrategia europea para la era postpandemia.
Según el presidente de la AEC, Agustín Valcarce, Cantabria debe aprovechar el fin de la vigencia del actual Plan de Sostenibilidad Energético 2012-2020 para elaborar una planificación «más realista», un marco para la tramitación de los proyectos que sirva para «impulsar realmente las renovables en la región y no para obstaculizarlas».
En su opinión, «no tiene sentido complicar una actividad compatible con los valores ambientales, que además genera empleo e inversión». «El plan energético en vigor preveía un desarrollo de 700 MW de potencia eólica en la región, si bien el resultado real ha sido cero», ha sentenciado, señalando que la causa «no ha sido ni mucho menos la capacidad o la voluntad de inversión de las empresas eólicas».
También ha solicitado que la redacción de este nuevo marco se agilice y entre «pronto» en vigor con el fin de erradicar cualquier inseguridad jurídica sobre la inversión.
La agilidad por parte de la Administración en las tramitaciones sigue siendo la «principal necesidad» para que exista un desarrollo efectivo de las renovables en Cantabria. «Calidad de viento, empresas profesionales y capacidad de evacuación a la red eléctrica ya existen. Sólo es necesario evitar demoras innecesarias en los procesos de evaluación de los proyectos», ha sentenciado.
Además, Valcarce ha recordado que si las empresas eólicas siguen adelante con sus proyectos y no pueden cumplir los plazos por retrasos administrativos perderían sus derechos a construir los parques, así como los avales depositados, que ascienden a 40.000 euros por cada MW.
Según la asociación, todos los proyectos planteados en Cantabria están fuera del sistema de primas y de las últimas subastas. Eso supone que son proyectos que saldrán al mercado libre, lo cual «pone de manifiesto la confianza de las empresas en las posibilidades de Cantabria como región productora de energía eólica».
En la actualidad «solo» hay en funcionamiento 32 MW en el parque de Cañoneras en Soba y otros 3 MW en el aerogenerador experimental de Vestas en el sur de la región, ha señalado la AEC, que está compuesta por 17 empresas, de las cuales la tercera parte corresponde a los principales promotores de parques en la región y el resto es un conjunto de compañías de la cadena de valor del sector eólico en el que existen empresas de redes y sistemas, construcción, transporte, mecanizados, montajes eléctricos, etcétera.