La actividad manufacturera de la eurozona se frena a mínimos de 8 meses por los problemas de suministro
El crecimiento de la actividad de las empresas del sector manufacturero de la zona euro se frenó en octubre hasta su nivel más bajo de los ocho últimos meses como consecuencia del impacto de los problemas en las cadenas de suministro, según refleja el índice de gestores de compra (PMI), que se situó en 58,3 puntos, frente a los 58,6 de septiembre, informó IHS Markit.
Entre los países analizados, en octubre los sectores manufactureros de más rápido crecimiento fueron los de Países Bajos, Irlanda e Italia, que aceleraron su expansión en octubre, mientras que aquellos con un menor ritmo de crecimiento fueron los de Francia, España y Alemania.
«Los fabricantes de la zona euro informaron que la situación de la cadena de suministro empeoró en octubre, lo que limitó drásticamente el crecimiento de la producción durante el mes», comentó Chris Williamson, economista jefe de Markit.
Los problemas de suministro y escasez provocaron en octubre que los plazos medios de entrega de insumos se alargaran drásticamente, con tercer ritmo más fuerte de los retrasos de toda la serie histórica, que se remonta a 1997 y superado solo por los observados en mayo y junio pasados, como consecuencia de la poca disponibilidad de contenedores, la escasez generalizada de componentes y materias primas y los problemas con el transporte.
Dichas dificultades también comenzaron a afectar a la demanda, ralentizando el aumento de las carteras de pedidos durante el mes de octubre, cuando el incremento de los nuevos encargos fue el más débil desde enero pasado.
En consecuencia, las presiones inflacionistas se intensificaron en toda la zona euro, y tanto los precios de venta como los precios de compra subieron a nuevas tasas récord en octubre.
«La confianza empresarial también perdió algo de terreno hasta alcanzar su mínima de doce meses en octubre, ya que un número cada vez mayor de productores se muestran preocupados por la situación del abastecimiento y el impacto del aumento de los costes y precios, lo que se suma a los indicios de que los fabricantes tienen por delante algunos meses difíciles», apostilló Williamson.