La Academia de Música Antigua abre el sábado el ciclo de Músicas Religiosas en la iglesia de Santa Lucía
SANTANDER, 10
La Academia de Música Antigua de Cantabria (AMAC) abrirá este sábado, día 13, la 48ª edición del ciclo de Músicas Religiosas organizado por la Fundación Caja Cantabria, que continuará el día 15 con un concierto de órgano y el 16 con la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria.
Todos los conciertos se celebrarán en la iglesia de Santa Lucía de Santander, a las 21.00 horas, según han informado hoy en su presentación el presidente de la Fundación, Gaspar Laredo, y los directores de AMAC, Paulino García, y de la Camerata, Raúl Suárez.
En el concierto inaugural, la Academia de Música Antigua interpretará Lecciones de tinieblas para los oficios del Miércoles Santo , del compositor francés del barroco François Couperin (1668-1733), una composición del año 1714 concebida específicamente para las liturgias de Semana Santa.
Según ha explicado Paulino García, Couperin, que compuso otras dos series para el Jueves y Viernes Santo que no se han conservado, utiliza para esta obra el texto latino del Libro de las Lamentaciones del Antiguo Testamento del profeta Jeremías, dando «toda la carga emocional» a la voz solista acompañada del bajo continuo.
En esta ocasión, la AMAC utiliza para la función del acompañamiento los instrumentos favoritos de la música barroca francesa, es decir, el órgano positivo, la viola de gamba y la tiorba.
En cuanto al concierto del día 15, correrá a cargo de la organista Miriam Cepeda y se sumergirá de nuevo en el rico patrimonio musical francés de la mano de Couperin, en esta ocasión con una de las dos grandes colecciones compuestas para órgano denominadas misas , y de Louis Nicolás Clérambault (1676-1749).
El programa se completará con obras de Henry Purcell (1659-1695), Domenico Scarlatti (1685-1757), Juan Sebastian Bach (1685-1750) y J.C.F Fischer (1656-1746).
Por último, el ciclo concluirá con la interpretación por la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria del Réquiem en re menor, op 48, de Gabriel Fauré, una de las más populares misas de difuntos en la actualidad.
Compuesta entre 1886 y 1888, se considera una obra «más amable» en el sentido de que Fauré ajustó el tradicional orden litúrgico omitiendo el Dies Irae y el Rex Tremendae y añadiendo In Paradisum , para presentar una «serena» visión del cielo.
Tanto el presidente de la Fundación Caja Cantabria como los responsables de las dos agrupaciones musicales cántabras han destacado la longevidad de este ciclo, que se celebra coincidiendo con la Semana Santa, y su calidad, así como el hecho de que ponga el «énfasis» en los artistas de Cantabria.