Kyowa Kirin pone en marcha un proyecto pionero de formación en linfomas cutáneos
Kyowa Kirin, en colaboración con diversos hospitales de referencia en el manejo de los Linfomas Cutáneos en España, han puesto en marcha el proyecto Preceptorship , un programa de formación pionero, que permite a los profesionales médicos la interacción con centros de referencia en el manejo de esta patología.
«Es un formato novedoso porque se trata de que vean pacientes en diferentes situaciones y se enfrenten directamente a la toma de decisiones inmediatas. El linfoma cutáneo es una enfermedad rara, pero este formato permite ver muchos pacientes en un día, con diferentes tipos de linfoma cutáneo y con diferentes tratamientos, algunos de ellos muy novedosos y de los que todavía se tiene poca experiencia», explica la coordinadora de la unidad de Linfomas del Institut Català d Oncologia (L Hospitalet de Llobregat), Eva González Barca.
«Este nuevo proyecto supone un formato novedoso en cuanto a una aproximación práctica, personalizada e intensiva, en la sistemática del abordaje diagnóstico y terapéutico de los linfomas cutáneos», comenta Ramón M. Pujol, del Departamento de Dermatología del Hospital del Mar (Barcelona).
Gracias al programa, dermatólogos y hematólogos interesados en el campo de los linfomas cutáneos podrán integrarse en unidades con amplia experiencia en el abordaje y en la sistemática diagnóstica y terapéutica de dichos procesos. Los médicos que forman parte del proyecto pueden participar activamente en dichas unidades a través de una aproximación práctica en los distintos tratamientos/protocolos utilizados en los procesos linfoproliferativos cutáneos, tanto en sus fases precoces, como avanzadas.
Entre los centros de referencia que colaboran en este proyecto se encuentran el Hospital del Mar (Barcelona), Hospital Universitario de Bellvitge – Institut Català d Oncologia (L Hospitalet de Llobregat) y el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid).
Según explican los expertos, al tratarse de una enfermedad rara, «muchas veces el tratamiento no está claro». «Posiblemente, el reto más frecuente es tomar una decisión terapéutica adecuada en base a un buen diagnóstico, y a un consenso de un equipo multidisciplinar experto. En nuestro hospital, los pacientes con enfermedad avanzada se derivan a la Unidad Funcional de Linfomas, donde diferentes profesionales valoramos y tratamos a los pacientes: los hematólogos, dermatólogos, oncólogos radioterápicos, geriatras, neurólogos, personal de enfermería, etc. El abordaje multidisciplinar permite que la decisión terapéutica se tome de forma consensuada y que el paciente se visite en un mismo día por diferentes profesionales, lo que supone una mejora», añaden.
BENEFICIOS PARA EL PACIENTE
En palabras de la doctora González, «el aprendizaje mediante la experiencia práctica hace que estos modelos de atención se puedan reproducir en otros ámbitos, lo que conlleva habitualmente una mejora en el cuidado y tratamiento de estos pacientes». Esto supone, a su juicio, «un mejor pronóstico y una mejor calidad de vida de los pacientes».
«Conocer de primera mano la estructura de unidades de hospitales con experiencia en el manejo de los linfomas cutáneos debería facilitar un mejor conocimiento y una mayor implicación de dermatólogos y hematólogos en el diagnóstico y tratamiento de este grupo de procesos, y una potencial mejoría en la calidad asistencial para estos pacientes. Al mismo tiempo, puede suponer un estímulo para profesionales interesados específicamente en este campo, y permite abrir la oportunidad para el diseño y creación de nuevas unidades de referencia», añade Pujol.