Kutxabank Investment opta por inversiones defensivas en 2025, pero mantiene Tecnología e Infraestructuras
Kutxabank Investment (anteriormente Norbolsa) ha señalado en su estrategia de mercados de cara a 2025 su preferencia por inversiones defensivas en sectores como consumo, telecomunicaciones, farmacéuticas y utilities ante las incógnitas venideras del plano comercial por el impacto de la Administración Trump y la evolución económica de China.
Con todo, desde el brazo inversor de la entidad vasca han puntualizado que mantienen sus apuestas en tecnología e infraestructuras, en tanto que han neutralizado la visión del sector energético por el empuje de Trump para lograr el fin de la Guerra de Ucrania en su primer año de mandato.
En un plano más amplio, han remarcado su posición neutral en entidades financieras, sector inmobiliario y compañías del sector lujo, a la par que han expresado su posición negativa en automóviles y empresas industriales, afectadas por la conjugación de las valoraciones con un contexto de transición energética.
Sobre la evolución económica, el escenario de Kutxabank prevé que continue la dispersión entre los crecimientos de Estados Unidos y Europa, creciendo el primero un 2,3% en 2025 mientras que el PIB del Viejo Continente rondará el 1%.
Ligado a la inflación, han expresado que no consideran que las medidas de arancelarias en comercio frenen excesivamente los procesos en marcha de desinflación y, en todo caso, les preocupa más esta posibilidad en Estados Unidos que en Europa, en línea con la distinta fuerza que ven en las economías de estas dos zonas.
Por ello, han apuntado que se alinean con el mercado en cuanto a las expectativas de rebajas de tipos oficiales por parte de la Reserva Federal (Fed), del que esperan dos bajadas en el 2025 de cuarto de punto, hasta 4,%-3,75%; en Europa, han pronosticado un total de seis bajadas -una más de la que espera el mercado- de cuarto de punto, lo que colocaría las tasas de referencia en el 1,5%.
Llevada esta previsión al terreno de los mercados de bonos públicos, han cifrado que el bono estadounidense a diez años se plante en el ecuador del próximo año en el entorno del 4,5%, mientras que el bund alemán del mismo plazo cotice al 2,25%.
Entrando al detalle de la renta variable europea en 2025, el informe ha apuntado que contará con dos apoyos importantes de la mano de la normalización de tipos de interés y la transición energética y la digitalización, que seguirán dando «muchísima visibilidad» a los beneficios de determinados sectores.
En un plano secundario, han puesto el foco en que la Bolsa europea descuenta un entorno pesimista en el consumo chino, así que un giro positivo en este aspecto -al que le dan poca probabilidad- sería un catalizador al alza para los mercados del Viejo Continente.
En cualquier caso, han señalado que la ajustada valoración de las compañías europeas y el optimismo en la previsión de un crecimiento de beneficios por acción (BPAs) del 8%, unido a la volatilidad que implicará Trump, les lleva a esperar revalorizaciones bursátiles más discretas, de un dígito medio para el año próximo.