Juzgan esta semana a 9 acusados de red de tráfico de drogas para los que la Fiscalía pide entre 3 y 8 años
Distribuían las sustancias por distintos lugares de Cantabria, entre ellos El Dueso, y serán juzgados del lunes al jueves en la Audiencia Provincial
La Audiencia Provincial de Cantabria juzgará a partir de este lunes 17 de mayo a nueve acusados de formar parte de una red de tráfico de drogas que se dedicaba a distribuir sustancias estupefacientes -principalmente hachís y también cocaína- en distintos lugares de Cantabria, entre ellos la prisión de El Dueso de Santoña, para los que la Fiscalía pide penas de cárcel que oscilan entre los tres y los ocho años.
Según el escrito del fiscal, el líder de la organización, ya fallecido, montó una red de personas bajo la forma de grupo, entre los que se encuentra el considerado «lugarteniente» del jefe, con el que compartía como «pantalla laboral» una nave en la localidad de Mar, en el municipio de Polanco, y que se encargaba de viajar al sur de España para transportar la droga hasta Cantabria.
Luego, la droga era distribuida por el territorio de Cantabria por distintas personas, habiéndose identificado a cuatro de ellas que figuran acusados en este juicio.
Así, dentro de la red de distribuidores tenía protagonismo un procesado -condenado por un juzgado francés a cinco años de cárcel por tráfico de drogas-, por reunirse periódicamente con el líder de la trama para proveerse o abonar deudas de droga pendientes.
En la agrupación también participaban dos incriminados más desde el pub que uno de ellos tenía en Val de San Vicente y en el que el otro trabajaba como empleado.
El cabecilla organizó a través de otros dos integrantes -una mujer y un hombre- una red de distribuidores en el interior de El Dueso. La implicada, esposa de otro encausado que estaba encarcelado, proporcionaba droga a su compinche, que se encargaba de introducirla en el interior de la prisión, ya que tenía «facilidad» de acceso por ser empleado de una empresa externa que trabajaba para el centro.
INCAUTACIONES
Una vez dentro, era vendida por dos internos, el marido de la citada mujer y otro reo. Este último, en febrero de 2018 y debido a un permiso penitenciario, concertó una cita por teléfono con la procesada en la cafetería de Renedo en la que trabajaba, para entregarle una partida de hachís y cocaína que ella debía dar posteriormente a otro integrante de la red.
Así, al día siguiente, ese acusado fue al local hostelero y entregó a la mujer la droga, que guardó en un coche. El 2 de marzo llamó al destinatario del paquete para que fuera a recogerla, y cuando acudió se la entregó en una mochila.
Tras meterla en una caja, se dirigió al Dueso para dársela a los presos involucrados, pero de camino a Santoña el vehículo fue interceptado por la Guardia Civil y los agentes le incautaron la mercancía: 974 gramos de cannabis valorado en 8.851 euros y varias bolsas de cocaína de distinta riqueza por importe de 628 euros.
En abril, efectivos de la Benemérita incautaron a dos involucrados -el que poseía el bar y el que trabajaba para él- varios trozos de cannabis ocultos en el almacén del establecimiento y destinados a consumidores, así como 875 euros escondidos bajo la barra del local por venta de droga (la intervenida estaba valorada en 1.990 euros).
En mayo, la Policía Nacional incautó en Santander a otro miembro de la red cannabis que le había entregado el cabecilla y 485 euros, también de venta de droga.
En junio, agentes de ese Cuerpo dieron el alto en Cartes a otro implicado en cuyo vehículo transportaba una maleta con 118 placas de hachís, y dos bolsas con 45 y 27 más, que en total arrojaban un peso bruto de 30 kilos de droga y 155 euros procedentes del tráfico. En el posterior registro en su casa, en Mogro, hallaron elementos relacionadas con esta actividad y más sustancias, como 36 kilos de cannabis por más de 55.000 euros.
Ese mismo día se montó un dispositivo en torno al domicilio de uno de los encargados de la red de distribución, en Santillana del Mar, observando que abandonaba la vivienda con una bolsa con casi 2 kilos de cannabis y dinero, igualmente por la venta de drogas. Después, hallaron 1.590 euros de ganancias y más de 3 kilos de cannabis valorados en casi 4.800 euros.
Finalmente, en el registro de la casa del cabecilla en Suances, los policías le ocuparon 33,4 kilos de hachís, 4.700 euros ocultos en la campana de la cocina, y en otra vivienda que tenía en Suances encontraron teléfonos móviles, tarjetas y varios papeles con anotaciones de nombres y cantidades.
Ese mismo día, en la nave que el jefe de la red compartía con otro integrante, hallaron más droga, plantas de cannabis y utensilios para su cultivo, con un peso total de 33,6 kilos y un valor de 50.445 euros.
PENAS
El ministerio público considera a los integrantes de la red autores de delitos contra la salud pública y de pertenencia a grupo criminal.
Para el lugarteniente de quien lideraba la organización, la Fiscalía solicita una pena de cinco años de prisión y multa de 60.000 euros, mientras que para el empleado de trabajaba en El Dueso y que fue sorprendido cuando se dirigía a la prisión portando una mochila que contenía droga la petición asciende a ocho años de cárcel y multa de 10.000 euros.
La misma pena se pide para la mujer que entregaba la droga al anterior, para el marido de ésta y para el también interno que les ayudaba en la distribución de las sustancias.
Para las otras cuatro personas que se encargaban de distribuir la droga por distintos puntos de la región, las peticiones de pena oscilan entre los tres años de prisión (para dos de ellos) y los dos años (para los otros dos), además de multas de 2.000 euros para tres de ellos y de 3.000 euros para el cuarto.
Está previsto que el juicio se desarrolle en la Sección Primera de la Audiencia en cuatro sesiones, comenzando este lunes con el interrogatorio de los acusados, seguido de la prueba testifical el martes, que continuará el miércoles junto a la pericial para terminar el jueves con las conclusiones e informes.