Juventudes Socialistas condena las agresiones sexuales atribuidas a Errejón y exigen firmeza a toda la izquierda

Pide «no dejar pasar ni un solo caso de violencia de género o abuso de poder, sin importar de dónde provenga»

Juventudes Socialistas ha expresado su condena a las agresiones sexuales atribuidas al exdiputado de Sumar Íñigo Errejón, al tiempo que ha demandado «ser especialmente firmes» desde la izquierda: «Defendemos principios de igualdad y justicia que no podemos traicionar».

«Desde Juventudes Socialistas condenamos las agresiones sexuales atribuidas a Iñigo Errejón. Como feministas, no podemos tolerar ni justificar este tipo de acciones y actitudes machistas, sin importar la filiación política de quien las cometa», han indicado este sábado en una nota de prensa, recogida por Europa Press.

La rama juvenil del PSOE recalca que las víctimas de delitos sexuales «son quienes deben decir cómo y cuándo denunciar estas situaciones», y «ninguna debe ser cuestionada, criminalizada ni juzgada por el momento o la manera en la que decide expresar su denuncia».

«El derecho a la justicia y a ser escuchadas es incuestionable, y como organización, nuestro deber es estar a su lado. Animamos a todas las personas que sufren o han sufrido conductas machistas a alzar la voz. Estamos a vuestro lado», señala.

CAIGA QUIEN CAIGA

Juventudes Socialistas señala que hay que aliarse para apoyar a todas las víctimas de violencia machista, «promoviendo un entorno seguro y libre de agresiones para las mujeres», y animar a que cualquier situación de violencia machista sea denunciada.

«Desde la izquierda, defendemos principios de igualdad y justicia que no podemos traicionar. Este compromiso nos exige ser especialmente firmes cuando el machismo surge dentro de nuestras propias filas. Nos enfrentaremos a estas situaciones sin miedo y sin excepciones, dejando claro que el feminismo y la lucha contra el machismo son valores fundamentales e innegociables de nuestra organización», subraya.

Para las juventudes del PSOE, el feminismo es un «motor de cambio» que obliga a «todas y todos un compromiso activo en la denuncia y prevención de la violencia sexual y del machismo», «caiga quien caiga».

«No podemos dejar pasar ni un solo caso de violencia de género o abuso de poder, sin importar de dónde provenga. La lucha feminista requiere valentía y responsabilidad para erradicar de raíz las conductas machistas en todos los espacios», concluyen.