Satse pide a Sanidad una solución para los aspirantes al EIR afectados por COVID-19
El Sindicato de Enfermería (Satse) ha pedido al Ministerio de Sanidad que establezca un plan de contingencia que dé una solución a aquellos aspirantes a las pruebas de la formación sanitaria especializada que se puedan ver afectados por la COVID-19 y lo justifiquen convenientemente.
Tras conocer las instrucciones publicadas por el Ministerio de Sanidad en materia de prevención de la COVID-19 entre los participantes en las pruebas que tendrán lugar en marzo, y en sendas cartas dirigidas a la ministra y al director general de Ordenación Profesional, Satse coincide en la necesidad de «garantizar la seguridad de todos ellos pero también cree que hay ofrecer una alternativa a los que se verán excluidos del examen».
En concreto, según las instrucciones del Ministerio de Sanidad, serán excluidos del examen las personas asintomáticas en espera de resultado, los casos positivos y confirmados y los contactos estrechos en aislamiento preventivo. «Nos congratula ver cómo el Ministerio está previendo las medidas necesarias para realizar un examen seguro, pero consideramos que dichas medidas deben prever soluciones también justas», apuntan.
El Sindicato de Enfermería recuerda que se trata de un examen anual, en el que los aspirantes, entre ellos, los que quieren logar una plaza de enfermero interno residente, necesitan de una preparación exhaustiva para el mismo y en el que se juegan su futuro profesional.
«Esta motivación y la falta de una solución a un grupo indeterminado de aspirantes que presenten una circunstancia sobrevenida relacionada con la COVID-19 en una situación de alta trasmisión como estamos viviendo, podría tener como consecuencia decisiones individuales que podrían poner en grave riesgo la seguridad del examen», afirman.
Por último, Satse apunta que existe «abundante jurisprudencia» que avala el derecho del aspirante a poder realizar el examen, en condiciones de igualdad, cuando exista imposibilidad por causas suficientemente justificadas, como son las recogidas en las instrucciones del Ministerio de Sanidad y que afectan a la salud pública.
«Creemos que la situación es lo suficientemente importante como para dar una solución por parte del Ministerio para evitar que el examen de la formación sanitaria especializada, además de no garantizar los derechos de los aspirantes, se convierta en un posible vector de contagio al obviar la situación actual», concluyen.
