Juan María Uriarte defiende que «la paz real» es «aún insuficiente» en la sociedad vasca «sin la reconciliación social»

Afirma que la desaparición de ETA es «un deber con la sociedad» que podría tener «penitenciariamente, efectos positivos»

BILBAO, 17

El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha asegurado que «la paz real es siempre incompleta» y se está construyendo «palmo a palmo», pero «sin la reconciliación social» es «aún insuficiente en la sociedad vasca». En su opinión, la desaparición definitiva de ETA «es necesaria» y «un deber para con la sociedad», y considera que podría tener «penitenciariamente, efectos positivos».

En una entrevista a que este domingo publican El Diario Vasco y El Correo, Uriarte ha afirmado que, seis años después del cese definitivo de la violencia por parte de ETA, la situación es «sensiblemente mejor» y «la convivencia pacífica va dando pasos».

A su juicio, «el riesgo de retornar a una situación violenta es inexistente» y se percibe «un alivio general». «La pesadilla social se ha disipado», ha indicado.

No obstante, considera que hay «nudos» que «aún no se han desatado». «Muchos esperamos una política penitenciaria más acorde con el cambio producido, que aproxime a los presos hacia su lugar de origen y sea más humana con los presos gravemente enfermos», ha manifestado.

También ha expresado su deseo de que «ellos se acojan a las medidas individuales previstas por la ley para mitigar o cancelar, según los casos, su situación penal». «Esperamos un reconocimiento del daño y del mal causado por ETA. También de parte del GAL, y otros grupos análogos, alguna muestra de reconocimiento por haber violado en bastantes ocasiones derechos humanos intangibles y universales», ha añadido.

DESAPARICIÓN DE ETA

El obispo emérito donostiarra ha afirmado que «la desaparición de ETA como tal es necesaria» y «un deber para con la sociedad», además de «un paso fundamental en la normalización de la convivencia» que «sería bien recibida por muchas de las víctimas que ella provocó».

«Penitenciariamente tendría probablemente efectos positivos. Disiparía definitivamente el temor que algunos mantienen todavía respecto a su posible marcha atrás», ha indicado.

Además, cree que la Iglesia «debe y puede» jugar un papel para contribuir al cierre definitivo de la historia de ETA «en la medida en que mantenga su credibilidad y se reconozca su largo trabajo por la paz».

«Su aporte debería consistir en contribuir a una convivencia normalizada, impregnada de espíritu de reconciliación. En mantener viva una memoria crítica del pasado. En alentar esperanza con respecto al futuro», ha concretado.

Para Juan María Uriarte, «la paz real es siempre incompleta» y se está construyendo «palmo a palmo», porque «todavía quedan pasos importantes». «De una coexistencia sin violencia a una convivencia pacífica hay un progreso grande. Será muy saludable otro paso: la reconciliación», ha asegurado.

En su opinión, la reconciliación comporta «no solo verdad, justicia, diálogo», sino «el acercamiento progresivo y perdón demandado y otorgado». «Ella garantiza el never again , el nunca más «, ha puntualizado.

Para evitar el «sufrimiento», del que son «exponente» las víctimas, «la educación de las generaciones juveniles es un instrumento necesario», según Uriarte.

También cree «necesario y saludable» que ETA reconozca el daño causado porque «para la sociedad, para sus víctimas y para los mismos agresores e implicados tiene un efecto regenerador». Además, considera que «todos los que por pasividad o por eludir complicaciones no hayamos tomado a tiempo posición frente» a la violencia terrorista han de «realizar y expresar una reflexión autocrítica».

FALTA TIEMPO

El anterior prelado de la Diócesis donostiarra también ha afirmado que «hace falta tiempo» para la reconciliación porque «tras un traumatismo tan grave, es lenta en todas partes».

«Para dinamizarla hacen falta decisiones políticas e iniciativas sociales acertadas y gestos personales de generosidad y humilde reconocimiento. Estamos progresando. Se están haciendo notables esfuerzos institucionales y sociales. La paz real es aun insuficiente sin la reconciliación», ha indicado.

Uriarte se ha referido a las actual política penitenciaria de los Gobiernos de España y Francia que debería «evitar un daño innecesario e injusto a las familias», promover «actuaciones más humanitarias con los enfermos graves» y arbitrar «procesos legales que favorezcan la reinserción social de la población presa». «Tal reinserción es un objetivo imprescindible de la justicia penal», ha manifestado.

Los presos de ETA, por su parte, deberían «acogerse a las medidas individuales para mitigar o cancelar sus penas previstas por la ley». «Sería un servicio notable a la normalización y reconciliación», ha concluido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Santamaría explica este lunes en el Senado la aplicación del 155 a tres días de las elecciones catalanas
El presidente de la Comisión de Interior del Congreso se enfrenta a Podemos por organizar visitas a CIE por su cuenta

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios