JP Morgan prevé un «entorno favorable» para los activos de riesgo en 2025
La directora de estrategia de JP Morgan Asset Management (AM) para España y Portugal, Lucía Gutiérrez-Mellado, ha indicado este jueves en un encuentro con los medios que prevén un «entorno favorable» para los activos de riesgo en 2025.
La ejecutiva ha señalado que vaticinan un crecimiento global que se mantenga positivo, aunque de manera más débil al registrado en 2024 y con esas divergencias tanto geográficas -con Estados Unidos a la cabeza- como sectoriales -con los servicios impulsando la actividad en detrimento de las manufacturas-.
Por ello, ha adelantado que, en lo referente a la construcción de carteras para 2025, tienen una visión constructiva, en tanto que gustan de la renta variable y, particularmente, la de Estados Unidos; con todo, ha avisado de que esperan «rentabilidades más discretas» tras dos años excepcionales y episodios de volatilidad que, en cualquier caso, entrarán dentro de lo normal en la lógica de mercados.
En un apartado comparativo, Gutiérrez-Mellado ha expresado que la renta variable europea tendrá también rendimientos discretos -descarta que vayan a ser negativos-, aunque sus expectativas de crecimientos de beneficios serán inferiores a las esperadas en Estados Unidos, por lo que prefieren el país norteamericano.
Además, en este último mercado esperan que el diferencial de beneficios entre las tecnológicas, como las Siete Magníficas , y el resto de sectores se estreche.
En un plano más amplio, la ejecutiva ha constatado que los clientes, tanto de la entidad como de la industria en general, se han refugiado en estrategias «muy conservadoras» -como activos monetarios- y se han perdido dos años «excepcionales».
«Es importante tener estas conversaciones con los clientes y seguir predicando con ese ahorro a largo plazo, en el que puedes tener volatilidad, pero en el que ese horizonte temporal acaba premiando», ha apuntado al respecto para señalar posteriormente que han detectado recientemente un interés interno en sus fondos de renta variable global, así como por la renta fija europea y los fondos cotizados (ETF) de gestión activa.
Asociado a la estrategia en renta fija, la directiva ha apuntado que para este 2025 esperan ver algo de volatilidad hasta que se vayan concretando las medidas de Donald Trump en su retorno a la presidencia de Estados Unidos, por lo que optan por una duración neutral por el momento. En cuanto a la clase de activos, prevén oportunidades en crédito y high yield .
En lo referente a la visión macroeconómica para el presente año, Gutiérrez-Mellado ha englobado en que es preciso ver qué, cómo y cuándo se implementan las medidas de Trump, en tanto que, a priori, factores como la bajada de impuestos como la desregulación darán un impulso positivo al crecimiento económico de Estados Unidos.
Por contra, los aranceles y las medidas contrarias a la inmigración pueden tener un impacto inflacionista en ese país, ya que una mayor presión en el mercado laboral -en el que últimamente ha habido un reequlibrio entre oferta y demanda que era «necesario», ha apuntado- podría dar alas a una mayor en las negociaciones salariales.
Para el resto del mundo, ha alertado que, si bien históricamente cuando Estados Unidos iba bien la economía global se beneficiaba, eso ahora puede cambiar con el impacto de las políticas de Trump.
Así, en el caso de China, aunque ya no dependa tanto en términos comerciales de Estados Unidos, acusará el golpe de los aranceles, en tanto que de por sí la economía asiática no atraviesa su mejor momento lastrada por la debilidad de confianza y consumo: «China va a reaccionar para estabilizar ese crecimiento en cuanto el panorama Trump esté más claro», ha adelantado en cuanto a posibles estímulos.
Por su parte, Europa, que no cumplió el crecimiento que proyectaban para 2024, seguirá transitando por un camino de debilidad y caída gradual de la inflación, lo que prevén que se traduzca en un Banco Central Europeo (BCE) que mantenga la senda de recortes de tipos de interés, hasta situarlos ligeramente por debajo del 2%.
Al otro lado del Atlántico, la Reserva Federal (Fed), con una economía más fuerte entre manos, tendrá margen para acometer una bajada más de tipos, especialmente por el buen dato de inflación de la pasada semana -en la que decayó la presión de algunos elementos particularmente pegajosos-, en tanto que los siguiente movimientos dependerán de los datos que vayan llegando.