Isabel Díaz Ayuso, la candidata del PP «sin miedo» a defender sus ideas con la que el centrismo de Cifuentes se evapora
MADRID, 11
La portavoz del PP de Madrid y vicesecretaria de Comunicación del partido, Isabel Díaz Ayuso, (1978), ha sido la persona elegida por el líder de los populares , Pablo Casado, para aspirar a revalidar la región en mayo, con una candidata «sin miedo» a defender sus ideas y con la que el centrismo de Cristina Cifuentes se evapora.
Díaz Ayuso estudió Periodismo, licenciándose en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Está especializada en Comunicación Política y es precisamente en esta área donde ha despuntado en el partido. Y es que, como ella misma cuenta, se ha recorrido numerosos pueblos de España enseñando a los mayores del partido cómo trasladar el mensaje a través de las redes sociales.
Militante desde muy joven, con una carrera a la par de la de Casado, de quien es amiga íntima desde hace muchos años, empezó en el PP bajo el paraguas de la expresidenta regional Esperanza Aguirre, llegando a ser diputada regional. Se sumó posteriormente al equipo de Cifuentes, formando parte de su núcleo más duro. Así, asumía ya el protagonismo al defender los temas más polémicos desde la tribuna de oradores de la Cámara regional.
Fue de la mano de Cifuentes cuando asumió el primer cargo público. Así, desempeñó las funciones de portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid hasta que en la última remodelación de Gobierno fue nombrada viceconsejera de Presidencia y Justicia. Precisamente, esta Consejería estaba en ese momento dirigida por el actual presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, quien se ha quedado a las puertas de la candidatura pese a haber repetido en reiteradas ocasiones su deseo de asumir esa responsabilidad.
La recién nombrada candidata del PP salió del Ejecutivo tras la dimisión de Cifuentes por su polémica del máster en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y el vídeo en el que se la sorprendía hurtando cremas en un supermercado, una salida que Díaz Ayuso calificó de «duro golpe» tanto en lo personal como en lo profesional.
Y es que, el PP de Mariano Rajoy había nombrado al presidente del Senado, Pío García-Escudero, presidente del partido en la autonomía, para comandar la dirección del mismo hasta un nuevo Congreso que se celebraría tras las elecciones y Díaz Ayuso había sido la elegida para ser la portavoz regional, la cara visible del partido.
Trasladó todas sus pertenencias, «casi sin desempaquetar» desde su llegada al Ejecutivo, de la Consejería, situada en Pontejos, hasta la sede del partido en Génova 13, y empezó a reunirse con medios, compañeros de partido y miembros de agrupaciones locales.
Tras la salida del expresidente del PP Mariano Rajoy, Díaz Ayuso se sumó, casi la primera, al proyecto de Casado y defendió siempre que era él quien mejor encabezaría el proyecto de partido, una generación de políticos jóvenes «sin miedo» a defender sus ideas. Ha sido en esta línea por lo que ha estado ella misma envuelta en los últimos días. Y es que, la popular ha defendido que está «a favor de romper con la dictadura de las feministas radicales» así como que «para ser mejor mujer» no tiene que ser feminista.
Muy activa en las redes sociales, defensora de enarbolar la bandera de España y partidaria de no etiquetar a Vox en la extrema derecha, es una apuesta clara por intentar frenar al partido de Abascal en la región, dándole la batalla sin complejos, con su misma medicina.
Este mismo viernes, Díaz Ayuso admitía, en una entrevista, que estaba en las quinielas y que era para ella «un orgullo», aunque, según indicó, no se había siquiera a pensarlo. En este sentido, indicaba que ser la portavoz de un partido era «complicado», y que cada uno podía tener sus «días» pero que, al final, que salga el nombre puede traducirse en que «el trabajo está bien hecho».
De hecho, y en la línea de tener un discurso claro, ha defendido que quien fuera candidato –esta mañana aún desconocía su futuro– tenía que ser alguien «firme» a la hora de defender el discurso del PP. Lo que quiere la formación es un aspirante «que lidere, que dé debates y que ponga problemas sobre la mesa y los afronte de cara», decía unas horas antes.