Irene Montero critica la «vileza» de poderes mediáticos que vinculan amenazas a salud mental y no a la ultraderecha
Censura que en tertulias se diga que utilizan este asunto en campaña y alerta de que Ayuso necesita tanto los votos de Vox como su odio
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha cargado contra la «vileza» de los poderes mediáticos por «criminalizar la enfermedad mental al asociarla con la «violencia» y sugerir que Unidas Podemos utiliza el tema de las amenazas de muerte a varios cargos políticos, cuando el verdadero foco del problema reside en el «blanqueamiento» y la «normalización de la ultraderecha».
«Hoy amanecíamos con tertulias y portadas de periódicos tratando de criminalizar la enfermedad mental, diciendo que estamos utilizando las amenazas de muerte para hacer campaña, porque en realidad esto lo había hecho un esquizofrénico, un loco. ¡Vaya vileza la de los poderes mediáticos! (…) ¡No hay derecho! No todo vale!», ha lanzado para referirse al tratamiento informativo de diversos medios tras conocerse que el autor del envío de la carta amenazante contra la ministra de Industria, Reyes Maroto, es un hombre con problemas de salud mental.
Durante su participación en un mitin en Getafe para arropar al candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, y junto otros integrantes de su lista, Montero ha lamentado que se escuche «día tras día» que en «democracia se pueda defender todo», ya sea «defender el odio al negro, el odio al homosexual» o el «odio al pobre», para después cuestionarse qué de normal es dar comida del Telepizza a las familias más vulnerables en lo «peor de la pandemia», en clara crítica a una de las medidas emprendidas por ayudo en la primera ola de la crisis del Covid-19.
Por tanto, ha rechazado que se asocie las amenazas recibidas por varios miembros del Ejecutivo y cargos políticos a un problema de salud mental, sobre todo cuando no reciben la atención que se merecen por los «recortes» del PP. En definitiva, ha concluido que el problema reside «es el blanqueamiento y la normalización por parte de los poderes mediáticos de la ultraderecha», a la que necesitan para defender sus intereses económicos».
AYUSO ES QUIEN MÁS NECESITA A LA EXTREMA DERECHA
Pero también la ministra ha recalcado que es la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien «más necesita a la «extrema derecha», no solo sus votos sino también «su miedo» de cara a evitar movilizaciones contra su «política corrupta de privatizaciones» o la defensa de la sanidad o educación públicas.
Y es que ha loado el gesto de Iglesias de dejar el debate en el que participaba Vox al mostrar, con ello, que se puede plantar cara a los «fachas» en los «colegios, en el trabajo o en la peluquería». De esta forma, ha exhortado a «no agachar la cabeza» y defender los derechos y la democracia en un «momento decisivo» en el que, sobre todos las mujeres, deben ir a votar para lograr un Madrid que les cuide y ganar a Ayuso.
Por otro lado, la ministra que querido reconocer la labor de los Fuerzas de Seguridad que les protegen y que luchan contra la corrupción y que «no dejan que las cloacas y la ultraderecha manchen el nombre» de los cuerpos policiales.
A su vez, ha recalcado que diversos colectivos LGTBi han pedido al Ejecutivo que permita la tramitación urgente de la Ley Trans para reconocer la libre determinación de género y ha destacado que acepta su propuesta dado que España debe tener este derecho.
SE ABRE A LA PUERTA «A LOS LIBERTICIDAS» Y AL «FASCISMO»
También ha intervenido el líder del PCE y secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, ha asegurado que el pueblo ha tenido que luchar «innumerables veces contra una derecha que tres veces en un siglo ha dado un golpe de Estado, ha provocado una guerra civil, ha mantenido dictaduras y ahora pretende dar lecciones de libertad».
«Inaceptable», ha proclamado para alertar de que, ahora que Unidas Podemos está en el Gobierno estatal, se vive el «mayor ataque a la democracia desde que murió el dictador (Francisco Franco)».
Santiago ha censurado que una «exfiscal general del Estado», en alusión a Consuelo Madrigal, se ha «permitido decir que no era legítimo» el actual Ejecutivo o que un presidente de un Tribunal Superior de Justicia (en referencia a José Luis Concepción) cargue contra la presencia del Partido Comunista en el Gobierno, sin que esto tenga respuesta de las instituciones que tienen que velar por la democracia y ser neutrales.
En esta línea, ha advertido de que esta línea puede acabar «abriendo las puertas al fascismo, a los liberticidas y a los asesinos de la democracia» para añadir que ya se «soporta» una «penetración de la ultraderecha» en servicios públicos como las Fuerzas de Seguridad del Estado.
«GAFAS FEMINISTAS»
Mientras, la portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Sofía Castañón, ha criticado que desde medios de comunicación se pueda «equiparar agresiones a los derechos de todos» con aquellos que los defienden, aludiendo a que los «extremos se tocan» y que «todo se está poralizando».
Tras evocar la película Están vivos del director John Carpenter, ha reivindicado que la solución a este discurso es equiparse con las «gafas violeta del feminismo» que, al principio, resulta «incómodo» por prescindir de los «filtros de la tradición» o los «estereotipos» pero luego se comprueba que una vida «con todos iguales es más feliz».