Irene Lozano recupera en Francia la mesa en la que Azaña firmó su renuncia, «un servicio a la verdad histórica»
La secretaria de Estado de España Global, Irene Lozano, ha recibido este jueves en Collonges-sous-Salève (este de Francia) como donación al Estado español la mesa en la que el Manuel Azaña firmó, desde el exilio, su renuncia como presidente de la República, ha informado su Departamento.
«Esta restitución a nuestra memoria histórica, además de contribuir a la democracia y a la libertad también presta un servicio a la verdad histórica», ha dicho durante el acto, que se ha celebrado en el domicilio de Luc Franzoni, la persona que ha hecho la donación.
Franzoni es nieto de Marcel Griaule, que alquiló a Azaña la vivienda de la Alta Saboya en la que pasó los primeros meses de su exilio en Francia. La familia ha conservado el escritorio donde Azaña firmó la renuncia, «el último acto de la República», ha dicho Lozano.
En la donación ha tenido un papel clave la ciudadana Francisca Ledesma, hija de un exiliado republicano español, que fue quien informó a España Global de la existencia de la citada mesa.
La secretaria de Estado ha dado las gracias a la familia durante un acto en el que, además, se ha brindado en memoria de los exiliados. La mesa será llevada ahora al Consulado de España en Lyon y el Gobierno confía en poder traerla a España este mismo año, en el marco de los actos de conmemoración del 80 aniversario del exilio republicano.
«Nuestro presente siempre se explica por nuestro pasado. La democracia de la que disfrutamos hoy en España, fuerte, plena y viva, es lo que hubieran querido aquellos republicanos», ha dicho Lozano, añadiendo que ella lo sabe bien, «como nieta de un preso político, de un maestro republicano».
Además, ha leído palabras de Azaña en su carta de renuncia y ha destacado que éste pidió en sus escritos que se dieran a conocer a las siguientes generaciones los desgraciados hechos de la Guerra Civil española, para evitar que los hechos, sus antecedentes y sus resultados, se convirtieran «en una gigantesca mistificación».
