Investigadores explican cómo el cáncer de páncreas consigue eludir la inmunoterapia
El cáncer de páncreas, uno de los más letales de todos los tumores, es capaz de evadir los ataques de las células inmunitarias cambiando su microentorno para que las células inmunitarias supriman, en lugar de apoyar, el ataque al tumor, según han evidenciado investigadores del Georgetown University Medical Center (Estados Unidos).
En su trabajo, publicado en la revista científica Cancer Immunology Research , los científicos también descubrieron que algunos de los mediadores de esta respuesta supresora, incluida una proteína llamada STAT1, representan posibles objetivos terapéuticos que podrían utilizarse para revertir esta evasión y apuntan a posibles oportunidades de tratamiento.
«Se trata de la primera demostración de que un ataque inmunitario induce la supresión inmunitaria derivada del cáncer de páncreas, lo que ofrece un nuevo enfoque de la inmunoterapia para este cáncer mortal», ha señalado el doctor Louis M. Weiner, investigador principal de este estudio.
El adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC, por sus siglas en inglés) comprende más del 90 por ciento de todos los cánceres de páncreas. Solo el 10 por ciento de los diagnosticados vivirá cinco años o más, principalmente porque el cáncer es muy resistente a muchos tipos de tratamientos. A pesar de los importantes avances recientes en la inmunoterapia del cáncer, este cáncer rara vez responde a estos enfoques de tratamiento que han revolucionado el manejo de otros cánceres, como el melanoma y el cáncer de pulmón.
Una de las razones de esta resistencia al tratamiento es el microambiente tumoral del PDAC, que suprime activamente las respuestas inmunitarias que son útiles para atacar a las células cancerosas. Los investigadores analizaron ratones para explorar cómo la célula inmunitaria más responsable de reconocer y eliminar las células cancerosas, la célula T, es capaz de provocar una respuesta de células T antitumorales en muchos cánceres, pero no en la mayoría de los cánceres de páncreas.
«El tejido tumoral está compuesto no solo por células cancerosas, sino también por una amplia gama de elementos no cancerosos, como células inmunitarias, grasas y neuronales, junto con fibras y vasos sanguíneos que conforman el microambiente tumoral. Normalmente, las células T reconocen y eliminan las células cancerosas, pero parece que las células pancreáticas malignas intentan simultáneamente encontrar formas de evadir un ataque inmunitario de las células T influyendo en los componentes del microambiente tumoral para favorecer el desarrollo y el crecimiento del cáncer, un proceso denominado remodelación. Inhibir esta remodelación es un reto importante para tratar el cáncer de páncreas», explica Reham Ajina, una de las autoras del estudio.
Más allá del hallazgo, el equipo de investigación pudo determinar que uno de los mediadores de esta respuesta supresora incluía una proteína activada llamada transductor de señales y activador de la transcripción 1 (STAT1). Los investigadores plantearon la hipótesis de que la señalización basada en STAT1 podría dirigirse a revertir este mecanismo de resistencia. Los investigadores eligieron un fármaco aprobado por la FDA, el ruxolitinib, conocido por dirigirse a una vía de señalización STAT, para probarlo en ratones. De hecho, el uso del fármaco superó las respuestas de remodelación protectoras del tumor y ayudó a mejorar la respuesta a la inmunoterapia.