Investigadores españoles participan en el primer atlas celular de un primate, que ayudará a entender las enfermedades
El grupo del CIBER de Neurodegenerativas liderado por Pura Muñoz ha participado, junto con investigadores chinos del BGI-Research, la Universidad de Jilin y los Institutos de Biomedicina y Salud de Guangzhou, y equipos de 35 instituciones internacionales, en el desarrollo del primer atlas transcriptómico de células de primates no humanos del mundo.
Los primates no humanos, entre los que se cuenta, por ejemplo, los macacos, son las especies más cercanas a los humanos en el árbol evolutivo.
Al cartografiar el transcriptoma del macaco a nivel unicelular, los científicos disponen ahora de una base de datos, o biblioteca unicelular, que puede utilizarse para el desarrollo de métodos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades, la evaluación de la eficacia de los fármacos clínicos, el análisis de la evolución celular en diferentes especies, y el análisis de las funciones cognitivas avanzadas del cerebro.
Además de Pura Muñoz (ICREA, UPF, CNIC y CIBERNED), por parte de España ha participado en el estudio Joan Isern, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. Muñoz se muestra muy satisfecha con los resultados del estudio y considera que «este trabajo es un referente fundamental en este campo y será de gran utilidad para estudios futuros de primates, incluyendo humanos».
El investigador Liu Longqi, de BGI-Research, uno de los autores del artículo, considera que «la investigación unicelular está transformando nuestra comprensión de las funciones de los tejidos y los órganos a nivel celular, lo que permite entender cómo se desarrollan las enfermedades y cómo pueden tratarse».
«Este estudio llena el vacío del mapa unicelular de los primates no humanos y constituye un rico recurso de datos que servirá de referencia muy importante para la evolución de las especies en el futuro, la ciencia cerebral, la evaluación y el cribado de fármacos y los estudios de investigación preclínica», ha incidido otro de los autores, Miguel A. Esteban, de la Universidad de Jilin y los Institutos de Biomedicina y Salud de Guangzhou.
El estudio, que acaba de ser publicado en la revista científica Nature , obtuvo la autorización ética antes de su realización.