Investigadores españoles detectan un biomarcador que identifica el envejecimiento vascular en diabéticos
Un equipo de investigadores liderado por el Institut d Investigació i Innovació Parc Taulí (I3PT) ha descrito un biomarcador en la sangre de pacientes con diabetes tipo 1 que permite conocer el deterioro de sus arterias.
Los pacientes con diabetes tienen un envejecimiento prematuro de sus arterias, de manera que cada vez es más difícil que la sangre llegue a sus tejidos y esto hace que los órganos dejen de funcionar correctamente.
Esto puede acabar provocando complicaciones microvasculares (con afectación en órganos como los ojos o los riñones), y complicaciones macrovasculares (que pueden acabar en infartos de corazón o cerebrales).
Este estudio, publicado en la revista científica Diabetes Care , describe un nuevo biomarcador que, a través de un análisis de sangre, permite detectar en las personas con diabetes tipo 1 un envejecimiento vascular antes de que se identifique por los métodos clásicos disponibles actualmente.
Esto es muy relevante puesto que permite detectar de la forma más precoz posible los riesgos de complicaciones vasculares en diversos órganos vitales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que actualmente hay más de 9 millones de personas en el mundo con diabetes tipo 1.
Tal y como destaca el investigador principal del estudio, José Miguel González Clemente, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Parc Taulí, jefe del grupo Diabetes-riesgo cardiovascular del I3PT y miembro del grupo SGR 1221 del IISPV, el «trabajo contiene varias aportaciones novedosas».
Por un lado, se introduce por primera vez el concepto de «envejecimiento vascular precoz en la diabetes tipo 1», que estaría en la base de todas las complicaciones vasculares en estos pacientes.
«Este envejecimiento puede determinarse con una sencilla prueba que mide la velocidad a la que se desplazan las ondas del pulso entre la arteria carótida y la femoral. Esa velocidad aumenta a medida que lo hace el endurecimiento de la pared de las grandes arterias, lo que se conoce como rigidez arterial», explica el investigador.
«Hoy sabemos que a medida que incrementa la rigidez arterial, se suceden una serie de procesos que afectan primero a la retina, seguido de los riñones y posteriormente aparece el daño en las arterias del corazón y el cerebro, principales causas de morbilidad y mortalidad de estos pacientes. Esto ha hecho que se ponga el foco en la pared arterial como un nuevo órgano diana a tener en cuenta de forma temprana en la población con diabetes tipo 1», ha añadido el investigador.
Un segundo aspecto novedoso del estudio es la utilización de técnicas punteras como la metabolómica para medir fracciones de proteínas de la sangre, no cuantificables con la tecnología habitual, que han demostrado proporcionar información precoz y relevante sobre el estado de inflamación crónica que acompaña a la rigidez arterial en estos pacientes.
Con ella se puede identificar mejor a las personas con diabetes tipo 1 que presentan mayor grado de envejecimiento vascular, según explica Gemma Llauradó, miembro del grupo de investigación en Riesgo cardiovascular y nutrición del IMIM-Hospital del Mar y médica adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital del Mar.
En tercer lugar, según destaca el equipo de investigación, la evaluación del envejecimiento vascular en pacientes con diabetes tipo 1 resulta crucial para poder detectar de forma lo más precoz posible un mayor riesgo de complicaciones vasculares en diversos órganos.
«El trabajo aporta un poco más de luz en este sentido, lo cual contribuirá a una medicina más personalizada en la diabetes tipo 1 y una mejor gestión de recursos en el sistema de salud», remacha Joan J. Vendrell, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición y jefe del grupo de investigación de Diabetes y enfermedades metabólicas asociadas (DIAMET) del IISPV.
La publicación de este trabajo es fruto de la colaboración de los equipos investigadores del I3PT, junto al Institut Hospital del Mar d Investigacions Mèdiques (IMIM-Hospital del Mar) y el Institut d Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV), gracias a la financiación del Instituto de Salud Carlos III, en el marco del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM).