Investigadores españoles descubren una nueva vía para la comprensión de los trastornos de la ansiedad
Un trabajo internacional liderado desde la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Collège de France en París (Francia), describe por primera vez la implicación de la homeoproteína OTX2 en la regulación del comportamiento nervioso en ratones adultos, lo que ha permitido descubrir una nueva vía para la comprensión de los trastornos de la ansiedad.
Los resultados, que han sido publicados en Molecular Psychiatry , demuestran que la proteína OTX2, producida en la región cerebral de los plexos coroides, se internaliza preferencialmente en una población de neuronas de la corteza prefrontal y regula el comportamiento de los ratones.
El estudio abre así la puerta a nuevas aproximaciones para conocer mejor el fenómeno de la ansiedad y cómo está regulada en individuos adultos a través de vías hasta ahora desconocidas.
«Sin embargo, para entender correctamente este fenómeno, son necesarios estudios posteriores que nos ayuden a caracterizarlo de una forma más precisa», subraya el doctor Javier Gilabert Juan, profesor de Histología y Neurociencias de la UAM
Los resultados se lograron mediante estudios en ratones mutantes para OTX2, que fueron sometidos a diferentes pruebas comportamentales con el objetivo de determinar su respuesta al ambiente. Junto con estos ensayos de comportamiento, los investigadores realizaron estudios histológicos y genéticos en diferentes áreas del cerebro.
«Finalmente conseguimos revertir el comportamiento de los ratones mutantes valiéndonos de la sobreexpresión en los plexos coroides de OTX2 a través de un adenovirus modificado», explica el Gilabert Juan, quien codirigió el trabajo junto a la doctora Clementine Vicent del Collège de France (París), y lidera en la UAM un grupo de investigación centrado en la plasticidad neuronal asociada a trastornos psiquiátricos.
Hasta ahora se conocía la implicación de la proteína OTX2 en la regulación de procesos de aprendizaje durante el desarrollo. Además, estudios recientes habían demostrado el papel de esta proteína durante el desarrollo postnatal en la modulación de comportamientos alterados en el adulto.
Sin embargo, hasta la fecha no se había podido conocer la implicación de esta proteína en la aparición de un comportamiento similar a la ansiedad en ratones adultos. «Este descubrimiento, aunque supone un paso importante en el conocimiento de la regulación cerebral de las capacidades superiores, debe ser también evaluado en mamíferos con cerebros más complejos antes de poder inferir implicaciones en humanos», enfatiza Gilabert Juan.
«Actualmente la salud mental se ha visto mucho más afectada por los sucesos que estamos viviendo desde hace más de un año, con lo que esta cifra de afectados podría verse muy aumentada durante los próximos años. Estos datos indican la imperiosa necesidad de conocer mejor este tipo de enfermedades para desarrollar tratamientos eficaces contra sus síntomas», concluye.