Investigadores españoles desarrollan un novedoso dispositivo fotónico para desactivar el SARS-CoV-2
Investigadores del Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), del Grupo de Ingeniería Fotónica de la Universidad de Cantabria (UC) y del IDIVAL han desarrollado JOXI-I , un novedoso dispositivo fotónico para desactivar, de forma segura, bacterias y virus patógenos en fluidos y que sería útil a la hora de mitigar la propagación del SARS-CoV-2.
Así, mediante la implementación de una fase de la invención y su integración con subsistemas comerciales, se ha desarrollado este sistema con el fin de purificar y desinfectar las oficinas y laboratorio de I+D+i del grupo en la UC, protegiendo a sus profesores e investigadores de la COVID-19.
El jefe de grupo del CIBER-BBN e impulsor de estas investigaciones, José Miguel López Higuera, explica que se ha concebido una estrategia de la que solo se ha desarrollado una fase multimodal, eficaz, segura, sin contacto y sin productos químicos, capaz de aniquilar/desactivar microorganismos causantes de enfermedades «bombardeándolos» con flujos de fotones energéticos, que los «capan» y/o los «asesinan».
«El desarrollo completo de la tecnología multimodal patentada y su implementación posibilitará el logro de equipamientos, de costos razonablemente bajos, mediante los que reducir, de forma decisiva, los contagios en hogares, oficinas, bares, residencias y, por supuesto, en los ambientes hospitalarios más expuestos que los sanitarios consideren oportunos», explica el Profesor López-Higuera.
La patente ha sido presentada por la Universidad de Cantabria y recoge conocimiento y técnica avanzados de las interacciones de flujos fotónicos con microoganismos nocivos para la salud, y con tejidos biológicos propios de los humanos, así como técnicas de fotónica, electrónica, mecánicas y fluídica y su combinación para filtrar y desactivar microorganismos patógenos contenidos en fluidos.
«Inspirados en los anillos recirculantes de radiaciones luminosas, planteamos un dispositivo para la destrucción y/o desactivación, eficaz, eficiente y segura para la salud de humanos y animales vivos, de gérmenes patógenos contenidos en el flujo de un fluido (incluido el aire) que le atraviesa», apunta el investigador.
Para ello, se utilizaron radiaciones secuenciales de fotones germicidas (de una a varias energías) que interaccionan, óptimamente, con el fluido pasante a través de anillos recirculantes posibilitando que los patógenos reciban las dosis fotónicas requeridas para su aniquilación y/o desactivación. De esa manera, se aprovechan las propiedades biocidas, tanto de radiaciones fotónicas directas como del ozono generado y desactivado mediante fuentes de fotones estratégicamente situadas en la estructura recirculante, de tal suerte que ni radiaciones ni ozono fluyan al exterior.
Asimismo, se ha planteado que su integración armoniosa, junto con pre-filtros y filtros (tipo HEPA, etc) situados a su entrada, o a su salida o en ambas, junto con elementos impulsores de los flujos del fluido en cuestión, puede dar lugar a equipos purificadores de los fluidos que alcancen altísimos niveles de eliminación de microorganismos patógenos posibilitando, incluso, equipos desinfectantes mediante radiaciones adecuadas de fotones con energías dentro del espectro ultravioleta.
Así, durante casi tres meses el despacho del profesor López-Higuera se transformó en un laboratorio improvisado en el que se han diseñado, construido y demostrado prototipos que más tarde han sido integrados junto con los subsistemas comerciales seleccionados, dando lugar a los equipos JOXI-I que, desde hace tres semanas purifican y desinfectan las oficinas y el laboratorio de I+D+i.
El jefe de grupo del CIBER-BBN decidió invertir recursos propios del grupo de investigación al haber resultado infructuosas las propuestas presentadas ante organismos financiadores de investigación contra la COVID-19 con la plena convicción de su viabilidad técnica y de su utilidad para mitigar los efectos de la pandemia. «Ahora podemos ofrecer a los integrantes del Grupo de Ingeniería Fotónica ambientes saludables, con cargas despreciables de maléficos invasores, lo que está contribuyendo al retorno a la normalidad laboral en su faceta investigadora», explica el catedrático de la Universidad de Cantabria.