Investigadores descubren un nuevo grupo sanguíneo, denominado MAL, y resuelven un misterio de 50 años de antigüedad
Investigadores del NHS Blood and Transplant (Bristol), del Laboratorio Internacional de Referencia de Grupos Sanguíneos (IBGRL) del NHSBT y de la Universidad de Bristol en Reino Unido han identificado los antecedentes genéticos del antígeno del grupo sanguíneo AnWj, conocido desde hace más de 50 años, y que han establecido como un nuevo sistema de grupo sanguíneo, denominado MAL.
Algunas personas pueden carecer de este grupo sanguíneo por efecto de una enfermedad, pero la rara forma hereditaria del fenotipo AnWj negativo sólo se ha encontrado en un puñado de individuos, aunque gracias a este descubrimiento ahora será más fácil encontrar otros en el futuro. Los dos sistemas de grupos sanguíneos más conocidos son ABO y Rh, pero la sangre es más compleja y la compatibilidad entre los demás grupos puede salvar vidas.
Dentro de cada grupo sanguíneo, los glóbulos rojos pueden llevar marcadores de superficie llamados antígenos. Por ejemplo, dentro del sistema de grupos sanguíneos ABO, están los antígenos A y B: las personas con A tienen el antígeno A, las personas con B tienen el antígeno B, las personas con sangre AB tienen ambos y las personas con sangre O no tienen ninguno. En la actualidad, existen 47 sistemas de grupos sanguíneos reconocidos que contienen más de 360 antígenos sanguíneos reconocidos.
Este nuevo hallazgo permite identificar y tratar a pacientes poco frecuentes que carecen de este grupo sanguíneo. Los trastornos suprimen el MAL y hacen que los pacientes sean negativos para AnWj, a menos que tengan la forma hereditaria rara (deleción del MAL). Las personas con AnWj negativo hereditario estan sanas. Si las personas que son AnWj-negativas reciben sangre AnWj-positiva podrían sufrir una reacción a la transfusión, y esta investigación permite desarrollar nuevas pruebas de genotipado para detectar a estas personas poco frecuentes y reducir el riesgo de complicaciones asociadas a la transfusión.
La prueba de que MAL es responsable de la unión de los anticuerpos AnWj aislados de estos raros pacientes fue proporcionada por experimentos que mostraron la aparición de reactividad específica con células en las que los investigadores introdujeron el gen MAL normal pero no el gen mutante.
El equipo de investigación utilizó la secuenciación del exoma completo -la secuenciación genética de todo el ADN que codifica proteínas- para demostrar que estos raros casos hereditarios estaban causados por deleciones homocigóticas de la secuencia de ADN en el gen MAL, que codifica la proteína MAL.
DESCUBIERTO EN 1972
El antígeno AnWj -un antígeno es un marcador de superficie- se descubrió en 1972, pero hasta ahora se desconocía su origen genético.(3) La nueva investigación, que se publicará en Blood, la revista de la Sociedad Americana de Hematología, y que ya está disponible en línea en preimpresión, establece un nuevo sistema de grupos sanguíneos (MAL), el 47º que se ha descubierto, como hogar del antígeno AnWj.
El equipo de investigadores estableció que el AnWj se transporta en la proteína Mal. Más del 99,9% de las personas son seropositivas al AnWj, y se demostró que estas personas expresaban la proteína MAL en su totalidad en sus glóbulos rojos, lo que no ocurría en las células de las personas seronegativas al AnWj. El equipo identificó deleciones homocigóticas en el gen MAL asociadas al fenotipo hereditario AnWj-negativo.
«El trasfondo genético del AnWj ha sido un misterio durante más de 50 años, y yo personalmente he intentado resolverlo durante casi 20 años de mi carrera. Representa un gran logro, y la culminación de un largo trabajo en equipo, establecer por fin este nuevo sistema de grupos sanguíneos y poder ofrecer la mejor atención a pacientes poco frecuentes, pero importantes», señala Louise Tilley, investigadora científica principal del IBGRL Red Cell Reference en NHS Blood and Transplant.
«El trabajo ha sido difícil porque los casos genéticos son muy raros. No lo habríamos conseguido sin la secuenciación del exoma, ya que el gen que identificamos no era un candidato obvio y se sabe poco sobre la proteína Mal en los glóbulos rojos. Demostrar nuestros hallazgos fue todo un reto, y agradecemos la ayuda de todos nuestros colaboradores, y de los pacientes, sin los cuales no habríamos llegado a este punto», señala.
«Es realmente emocionante que hayamos podido utilizar nuestra capacidad de manipular la expresión génica en las células sanguíneas en desarrollo para ayudar a confirmar la identidad del grupo sanguíneo AnWj, que ha sido un enigma pendiente durante medio siglo. Este avance contribuirá a identificar a estos raros donantes y ayudará a los pacientes en el futuro», añade Ash Toye, catedrático de Biología Celular de la Facultad de Bioquímica y director de la Unidad NIHR de Investigación de la Sangre y los Trasplantes en productos de hematíes de la Universidad de Bristol.