Investigadores descubren nuevos potenciales objetivos para la terapia del COVID-19
Un equipo de bioquímicos y virólogos de la Universidad de Goethe y del Hospital Universitario de Frankfurt (Alemania) han podido observar cómo cambian las células humanas al infectarse con el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Los científicos probaron una serie de compuestos en modelos de laboratorio y encontraron algunos que ralentizaban o detenían la reproducción del virus. Estos resultados permiten ahora reducir la búsqueda de una sustancia activa a un pequeño número de medicamentos ya aprobados.
Basándose en estos hallazgos, una compañía estadounidense está preparando ensayos clínicos. Una compañía canadiense también está comenzando un estudio clínico con una sustancia diferente. Utilizando una técnica desarrollada en el Instituto de Bioquímica II de la Universidad Goethe de Frankfurt, los investigadores de ambas instituciones pudieron mostrar conjuntamente cómo una infección por SARS-CoV-2 cambia las células humanas huésped.
Los científicos utilizaron una forma particular de espectrometría de masas llamada el método mePROD, que habían desarrollado solo unos meses antes. Este método permite determinar la cantidad y la tasa de síntesis de miles de proteínas dentro de una célula.
Los hallazgos dibujan un cuadro de la progresión de una infección por SARS-CoV-2: mientras que muchos virus interrumpen la producción de proteínas del huésped en beneficio de las proteínas virales, el SARS-CoV-2 solo influye ligeramente en la producción de proteínas de la célula huésped, y las proteínas virales parecen producirse en competencia con las proteínas de la célula huésped.
En cambio, una infección por SARS-CoV-2 conduce a un aumento de la maquinaria de síntesis de proteínas en la célula. Los investigadores sospecharon que este era un punto débil del virus y, de hecho, fueron capaces de reducir significativamente la reproducción del virus utilizando algo conocido como inhibidores de la traducción, que interrumpieron la producción de proteínas.
Veinticuatro horas después de la infección, el virus causa cambios distintivos en la composición del proteoma anfitrión: mientras que el metabolismo del colesterol se reduce, las actividades en el metabolismo de los carbohidratos y en la modificación del ARN a medida que aumentan los precursores de las proteínas. De acuerdo con esto, los científicos lograron detener la reproducción del virus en las células cultivadas mediante la aplicación de inhibidores de estos procesos. Un éxito similar se logró mediante el uso de una sustancia que inhibe la producción de bloques de construcción para el genoma viral.
Entre las sustancias que detuvieron la reproducción viral en el sistema de cultivo celular se encontraba la 2-Deoxi-D-Glucosa (2-DG), que interfiere directamente en el metabolismo de los carbohidratos necesarios para la reproducción viral. La compañía estadounidense Moleculin Biotech posee una sustancia llamada WP1122, un fármaco similar a la 2-DG. Recientemente, Moleculin Biotech anunció que están preparando un ensayo clínico con esta sustancia basado en los resultados de estos investigadores Frankfurt.
Basándose en otra de las sustancias probadas en Frankfurt, Ribavirin, la empresa canadiense Bausch Health Americas está iniciando un estudio clínico con 50 participantes.