Investigadores demuestran que altos niveles de ácido araquidónico predicen la presencia de aneurisma de aorta abdominal
Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) han demostrado que los niveles elevados del ácido araquidónico predicen la presencia y progresión del aneurisma de la aorta abdominal.
La investigación, dirigida por José Luis Martín Ventura del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz del CIBERCV y Aleix Sala, del Hospital Clínico de Barcelona, del CIBEROBN, ha contado con la colaboración de científicos de la Universidad de Odense, en Dinamarca.
Para llegar a estos resultados se analizaron los niveles circulantes de diferentes ácidos grasos (omega-3 y omega-6) en 500 sujetos asintomáticos diagnosticados de aneurisma de la aorta abdominal seguidos durante cinco años.
En este estudio, los autores han demostrado que los niveles circulantes de ácido araquidónico (un ácido omega-6 que puede dar lugar a mediadores lipídicos proinflamatorios perjudiciales para la pared arterial) estaban aumentados en pacientes con aneurisma de aorta abdominal con respecto a los observados en sujetos sanos.
Cuando se analizó su asociación con la progresión de la enfermedad, se observó que aquellos pacientes con niveles incrementados de ácido araquidónico presentaban una mayor progresión del aneurisma tras cinco años de seguimiento. No se observaron diferencias en los niveles de omega-3 posiblemente debido a que todos los participantes del estudio (pacientes y controles) superaban ampliamente el dintel protector del pescado azul, que es de dos raciones semanales.
Por lo tanto, «los resultados de este estudio podrían indicar que los niveles circulantes del ácido araquidónico son un nuevo biomarcador diagnóstico y pronóstico de aneurisma de aorta abdominal» indica Sala, quien dirige la investigación.
El aneurisma de la aorta abdominal es la dilatación asintomática de la aorta, lo que dificulta su diagnóstico, pudiendo progresar hasta que se produce la rotura de la arteria, dando lugar al 1-2% del total de muertes. En la actualidad no existen tratamientos farmacológicos que ayuden a prevenir su progresión, siendo la intervención quirúrgica, cuando el aneurisma de la aorta abdominal es mayor de 5-5.5 centímetros, la única alternativa terapéutica.
«Por lo tanto, la búsqueda de biomarcadores circulantes que ayuden en el diagnóstico y/o pronóstico de la enfermedad es de máximo interés», explica Sala, quien considera que la inhibición terapéutica de este sistema podría ser una nueva diana terapéutica, como así se ha demostrado ya en modelos animales.