Inversis mantiene su preferencia por bonos soberanos y en renta variable se decanta por EEUU frente a Europa
Inversis ha presentado este martes su visión del actual escenario macroeconómico para explicar su estrategia de inversión, por la que mantienen su apuesta por los bonos públicos con duraciones cortas y las bolsas estadounidenses frente a las europeas por el componente growth (de crecimiento) de las compañías americanas frente al value de las europeas, en un momento en el que se espera una reducción de los beneficios.
El estratega jefe de macroeconomía, Ignacio Muñoz-Alonso, ha detallado que en renta fija, además de los bonos soberanos, se decantan por el crédito europeo, con primas de riesgo más atractivas, y por bonos de alta calidad, es decir, entidades que sean respaldadas por balances sólidos, sectores defensivos y generación de flujos de caja.
En lo referente a la renta variable, se decantan por las bolsas estadounidenses aprovechando el «momentum» positivo que atraviesan, grandes tecnológicas mediante, y por su perspectiva de un BPA (beneficio por acción) más alto que en Europa, mientras que por sectores mantienen una posición de sobreponderación en tecnología, consumo diferencial y salud, en tanto que infraponderan financieras, inmobiliarias y consumo básico por su mayor sensibilidad a los vientos de recesión.
A la hora de analizar el escenario macroeconómico, Muñoz-Alonso ha señalado que hay una menor incertidumbre en los mercados a medida que se han ido consolidando las previsiones del primer semestre como la contención de la inflación general, la normalización del mercado energético, la desaceleración del crecimiento económico y el previsible final de subidas de tipos por parte de los bancos centrales.
Sin embargo, a pesar de que esa brusca recesión anunciada el año pasado no ha tenido lugar, todavía se observa en los inversores, según el directivo, una actitud de cautela que se traduce en los movimientos en dirección a la renta fija y los activos monetarios, con importantes entradas en este tipo de activos en Estados Unidos.
Los principales riesgos a futuro, ha apuntado Muñoz Alonso, se encuentran en el endurecimiento de las condiciones financieras, la vulnerabilidad del sector bancario, la geopolítica (con la vista en Ucrania, China y Taiwán) y la persistente inflación subyacente, que está provocando el aumento de los tipos de interés.
De hecho, el directivo no descarta que esa inflación produzca una segunda recesión técnica en lo que va de año para Europa, si bien la previsión económica para todo el ejercicio es de un crecimiento positivo del 0,9%.
Para atajar esa inflación subyacente en la eurozona, que pronostican desde Inversis que concluirá el año 3,3% (en junio se situó en el 5,4%), el Banco Central Europeo (BCE) deberá acometer más subidas de los tipos de interés (ahora están en el 4%) y permanecerán altos durante bastante tiempo, lo que enfriará la economía y los beneficios de las empresas.
Por su parte, las estimaciones de crecimiento estadounidenses se han revisado al alza para este 2023, hasta el 1%, por la fortaleza del sector servicios y del mercado de trabajo, razones por la que Reserva Federal (Fed) también proseguirá este año con las subidas de tipos, que podrían situarse en el 6% (ahora están en el 5-5,25%), con el objetivo de situar la inflación subyacente por debajo del 4% (en mayo se situó en el 5,3%).
En la región asiática, China acumula revisiones a la baja en sus perspectivas de crecimiento (acabaría el año con un crecimiento en torno al 5-5,5%)en la medida en que los datos de mayo han mostrado una producción industrial, ventas minoristas y exportaciones por debajo de los pronósticos; además, se mantiene la incertidumbre, han apuntado desde Inversis, en el sector inmobiliario.
Por ello, se espera una ronda de políticas de estímulo que, según Muñoz-Alonso, hará que el crecimiento de China vuelva a la senda del crecimiento en la segunda mitad del año con el factor positivo añadido de que el entorno inflacionista, a diferencia de Occidente, es favorable.