Internistas recalcan que con la Estrategia de Cronicidad del SNS «el impacto de la pandemia hubiese sido menor»
Médicos internistas han planteado que, si se hubiese puesto en marcha la Estrategia para el abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud (del 2012), «el impacto de la pandemia hubiese sido menor entre los pacientes crónicos», sobre los que la COVID-19 «se ha ensañado especialmente».
Así se ha puesto de manifiesto en el marco del 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y el 37º Congreso de la Sociedad Gallega de Medicina Interna (SOGAMI). Por ello, en la mesa redonda ¿Se han quedado obsoletas las estrategias de atención a la cronicidad en tiempos de pandemia? Medicina en pluripatología , los profesionales han reiterado la necesidad de implantar dicha Estrategia.
En este sentido, aseguran que la propuesta permitiría unareestructuración profunda del sistema sanitario, reforzando la primaria y dotándola de más profesionales de Enfermería; aplicar la telemedicina moderna para su seguimiento activo, no solo elteléfono; y poner en marcha nuevos modelos asistenciales alternativos a los convencionales.
«Los pacientes crónicos suponen alrededor de un tercio de las altas de los servicios de Medicina Interna y casi un dos por ciento a nivel poblacional, pero además utilizan el 42 por ciento de los recursos sanitarios. Son pacientes generalmente de edad avanzada, frágiles, con frecuentes descompensaciones e ingresos hospitalarios y con un deterioro funcional importante y un elevado índice de dependencia; de lo que se deriva un importante impacto social,mortalidad elevada y consumo de recursos», han comentado las moderadoras de la mesa, la doctora Sonia González y María Dolores Martín.
Por su parte, la doctora Pilar Román Sánchez, del Servicio de Medicina Interna del Hospital de Requena (Valencia), ha afirmado que la Estrategia «no se ha visto anda afectada por la pandemia porque no se había implantado» y ha reconocido que algunos profesionales se decidieron a llevarla a cabo mientras que las comunidades autónomas se han centrado en elaborar su propia estrategia, lo que ha supuesto «una pérdida de tiempo y dinero».
«Si hubiéramos tenido pacientes más educados en salud, controlados de forma activa, periódicamente y que supieran a dónde dirigirse, si hubiéramos considerado las residencias exactamente igual que un domicilio estos pacientes no se hubieran visto tan afectados por la pandemia. Por ahora, el único aspecto de laEstrategia en el que se ha logrado avanzar es en que los médicos deatención primaria tengan bien estratificados a los pacientes crónicos», ha sentenciado.
Con todo ello, Román Sánchez ha afirmado que se debe «reestructurar el sistema sanitario», de manera que la atención primaria y la hospitalaria no se encuentren desconectadas y aisladas, a modo de silos, sino interconectadas, y que la aplicación de la atención a la cronicidad, como se ha planteado en la Estrategia no dependa del voluntarismo de algunos profesionales.
«Se debe estructurar la atención primaria de otra manera. La primaria está exhausta y la pandemia nos ha demostrado que deberían despertar aquellos que tienen la obligación de estructurar la atención primaria, donde no faltan médicos, sino enfermeras. Tenemos el mismo ratio de médicos por 100.000 habitantes que Europa, pero nos faltan muchas enfermeras para atender a los enfermos crónicos complejos. La enfermería tiene un papel fundamental en su atención», ha expuesto.