Internistas observan un repunte de las resistencias bacterianas con la pandemia
Durante la pandemia se ha incrementado el uso de la antibioterapia en los hospitales. Aproximadamente alrededor del 75 por ciento de pacientes COVID-19 han recibido tratamiento antibiótico, dado que las coinfecciones bacterianas en contexto Covid-19 son relativamente frecuentes e importantes, lo que ha llevado a observar un repunte de las resistencias bacterianas.
Esta ha sido una de las principales conclusiones de la XI Reunión VIRTUAL de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que ha reunido de modo on line a más de 230 médicos internistas, que han tratado sobre las principales novedades diagnósticas y terapéuticas en enfermedades infecciosas, así como el impacto de la pandemia ante el problema que suponen las resistencias bacterianas y los patógenos multirresistentes.
Dicha reunión virtual, organizada por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la SEMI, ha sido inaugurada el pasado jueves, 25 de febrero, por el presidente de la SEMI, el doctor Jesús Díez Manglano, y por el coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas, el doctor José Manuel Ramos Rincón.
Respecto al problema de las resistencias bacterianas en época de pandemia, el doctor Juan Pasquau Liaño, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y miembro de SEMI, ha reiterado que «aproximadamente entre el 72% y el 75% de pacientes COVID-19 han recibido tratamiento antibiótico» dado que la «relación entre la COVID y las infecciones bacterianas es relativamente frecuente e importante».
Sin embargo, precisó, «se ha constatado que, efectivamente, hubo coinfección en un porcentaje menor de casos». Asimismo, hizo referencia a la necesidad de reforzar los «Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos (PROA) en los hospitales».
Por otro lado, la doctora Ana B. Sanjurjo, médico internista miembro de SEMI, ha indicado que «en la era de la multirresistencia aplicar programas de control del tiempo de prescripción antibiótica es una buena estrategia» y que «en pacientes hemodinámicamente estables, sin datos de gravedad y con el foco infeccioso controlado, las pautas cortas de antibióticas son preferibles».
Respecto a la sepsis, el doctor Pasquau Liaño, ha recordado que es una de las principales causas de ingreso en Medicina Interna. «La tasa de mortalidad en pacientes con sepsis con los nuevos criterios se sitúa aproximadamente en un 10%. Aunque puede oscilar entre este 10% (en los casos menos graves) y el 40% si hablamos de shock séptico. Este porcentaje varía en función, por ejemplo, de si el patógeno que causa la infección es resistente y/o de la fragilidad del paciente», ha explicado.
Asimismo, en su disertación, ha incidido en que, frente a las resistencias bacterianas, se necesita seguir apostando por los nuevos antibióticos y mejorar y optimizar el tratamiento antibiótico actual. «Nuevos antibióticos como Ceftazidima-Avibactam o Ceftolozano-Tazobactam se usan muy poco y en situaciones restringidas y tienen mayor capacidad frente a bacterias que otros más antiguos como la Ceftriaxona», ha afirmado.
En relación a las experiencias científicas del Registro SEMI-COVID-19, se han desgranado algunas de las principales claves de estudios vinculados a este registro, entre ellos los que abordan la relación entre la diabetes y la COVID-19, o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la infección por SARS-CoV-2. También se han expuesto datos sobre el perfil clínico del paciente hospitalizado por este virus y sobre grupos fenotípicos y síntomas en COVID-19. Asimismo, se ha tratado también la enfermedad tromboembólica venosa (ETV) durante la hospitalización por COVID-19 y se han expuesto datos del Registro Informatizado de Pacientes con Enfermedad Tromboembólica (RIETE).