Instituciones Penitenciarias confirma el cese de la subdirectora de Villena detenida por falsear amenazas y una agresión

Instituciones Penitenciarias ha confirmado este jueves el cese de la subdirectora de seguridad de la cárcel de Villena (Alicante) detenida ayer por un delito de denuncia falsa tras asegurar a principios de septiembre que varios encapuchados le habían golpeado a la salida de su casa y había recibido amenazas para que tuviera la «boca cerrada».

Fuentes de la institución dependiente del Ministerio del Interior adelantaron anoche que la decisión se adoptaría en «las próximas horas», lo que ha ocurrido mediante un breve comunicado en el que se oficializa la destitución.

«Una vez conste la comunicación oficial sobre la situación procesal de la funcionaria, se incoará el correspondiente expediente disciplinario», añade el comunicado de Instituciones Penitenciarias.

La Guardia Civil confirmó anoche la detención de esta alto cargo en Villena por los delitos de denuncia falsa y simulación del delito dentro de la Operación Silencia , desarrollada por el Equipo Territorial de Policía Judicial de Villena. La subdirectora ha quedado en libertad tras el arresto en el marco de unas diligencias que continúan abiertas.

La supuesta agresión de encapuchados se relacionó con la supervisión de la subdirectora en una investigación anterior en torno a la reducción que practicaron tres funcionarios, usando las defensas de goma, a un preso con problemas de salud mental en este mismo centro penitenciario.

Los hechos dieron pie a una investigación judicial por las amenazas que supuestamente recibió esta alto cargo de la cárcel alicantina en su teléfono móvil –que aseguró que se lo habían robado– a raíz de la revisión de las cámaras de seguridad por un incidente en una reducción a un preso el 16 de agosto, con la implicación de tres funcionarios de prisiones.

Como subdirectora de seguridad era la persona que tenía la competencia en la custodia de estas imágenes, dentro de una investigación en la que declaró ante la inspección del centro penitenciario. Según su relato, los asaltantes encapuchados la golpearon días después y le exigieron que mantuviera «cerrada la boca».

El preso que sufrió la reducción investigada por el supuesto exceso de fuerza aplicado por parte de los funcionarios del centro penitenciario de Villena protagonizó luego otro incidente en el que hirió en el cuello con un objeto cortante al jefe de servicios de la cárcel de Cuenca, según denunciaron sindicatos de prisiones. Se trata de un interno que forma parte del Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales (PAIEM).

La denuncia fue seguida de una concentración en apoyo a la subdirectora en la que participó el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también mostró su respaldo a esta trabajadora, a la que definió como «una verdadera funcionara».

El PP pidió anoche la comparecencia de Grande-Marlaska ante la Comisión de Interior por estas palabras y por la apertura de expedientes a funcionarios penitenciarios.

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