India defiende la retirada del estatus especial de Cachemira y habla de «una nueva era» en la región
MADRID, 8
El primer ministro de India, Narendra Modi, ha defendido este jueves la decisión de Nueva Delhi de retirar el estatus especial acordado para Cachemira y ha recalcado que supone en inicio de «una nueva era» para la región, en disputa con Pakistán.
En un discurso televisado de cerca de 40 minutos, el primer ministro de India ha recalcado que la decisión «fue adoptada tras pensarlo mucho» y ha agregado que será beneficiosa para la población cachemir.
«Queremos que se celebren elecciones. La gente tendrá pronto la oportunidad de elegir a sus representantes electos», ha manifestado, según ha informado la cadena de televisión india NDTV.
Asimismo, ha reconocido que «algunas personas se oponen a la decisión del Gobierno» y ha agregado que «respeta su oposición», que ha descrito como «esencial en democracia».
«Les pido que actúen en interés de la nación y que ayuden al Gobierno a crear un nuevo contexto en la región», ha señalado Modi, quien ha asegurado que «Jammu y Cachemira logrará nuevas cotas de desarrollo».
El primer ministro ha indicado además que las autoridades acabarán «con el terrorismo y los terroristas» que operan en Cachemira. «Muchos policías y miembros de las fuerzas de seguridad han muerto durante años. Querían una Jammu y Cachemira mejor. Tenemos que trabajar para hacer realidad su sueño», ha remachado.
Las tensiones políticas han aumentado en los últimos días, a raíz de que el Gobierno central indio impusiese un bloqueo de comunicaciones en la Cachemira bajo su control y dejase a esta región sin el estatus especial que le permitía, entre otras cosas, elaborar sus propias leyes.
El anuncio del lunes sobre la derogación del estatus político especial de Cachemira llegó horas después de que las autoridades lanzasen una ofensiva que se saldó con el arresto de dirigentes locales y la suspensión de los servicios de telefonía o Internet.
Las tensiones se han disparado desde el 2 de agosto, a raíz de que las autoridades indias emitiesen una alerta por la posible inminencia de atentados contra el santuario hindú de Amarnath. Miles de turistas, peregrinos y trabajadores abandonaron Cachemira ante una posible violencia que India atribuye a milicias afincadas en Pakistán.
El Ministerio de Exteriores paquistaní rechazó estas acusaciones y sostuvo que «las limitaciones en Amarnath y el despliegue de tropas adicionales bajo pretextos infundados están destinados a desviar la atención internacional de los intentos de cambiar la estructura demográfica en la Cachemira ocupada por India, así como la opresión estatal y las indignantes violaciones de los Derechos Humanos».
EL CONFLICTO
Pakistán e India se disputan la región de la Cachemira histórica desde 1947 y se han enfrentado por ella en dos de las tres guerras que han mantenido desde su independencia de Reino Unido. En 1999 hubo un breve pero intenso enfrentamiento militar entre ambas potencias nucleares y desde 2003 se mantiene una frágil tregua.
En la zona operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Pakistán. Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar estas milicias, pero los paquistaníes niegan toda implicación. Las estimaciones cifran en unos 45.000 los fallecidos debido a este conflicto desde finales de la década de 1980.
Las tensiones entre ambos países alcanzaron su máximo en los últimos años tras el atentado perpetrado el 14 de febrero en la localidad de Pulwama, en la Cachemira india, que se saldó con la muerte de 40 agentes.
La autoría del atentado fue reclamada por el grupo armado Jaish-e-Mohammad (JeM), tras lo que India acusó directamente a Pakistán de estar implicado en el ataque, lo que fue rechazado de plano por Islamabad.
En el primer semestre de 2019 han muerto más de 300 personas en la región, según los datos recopilados por el Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED). La cifra es la peor desde que empezó a recabar datos en 2016.