Inaugurado el paseo peatonal que une el embalse de Palombera y Puente El Arrudo, que ha costado 220.000 euros
El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, acompañado por el alcalde de Herrerías, Francisco Linares, ha inaugurado el nuevo paseo peatonal que une de forma segura Puente El Arrudo con el embalse de Palombera, tras invertir el Gobierno regional cerca de 220.000 euros para «dar respuesta a las demandas de los vecinos para mejorar las comunicaciones».
Esta actuación posibilita acercar los núcleos de Rábago y Puente El Arrudo, que tienen una especial vinculación con uno de los atractivos turísticos de la región, como son las cuevas de El Soplao, donde hay alta frecuencia de turistas, especialmente durante el fin de semana y en la época estival, ha señalado el consejero.
Se trata de un paseo peatonal «muy agradable, muy bonito, con voladizos sobre el río», ha destacado Gochicoa, quien ha manifestado su satisfacción por el resultado final de los trabajos que posibilitan el acercamiento y la unión de estas dos localidades, y porque, además, las une con el área recreativa junto al embalse de Palombera y permite el acceso a las cuevas de El Soplao en bicicleta o andando.
Con su ejecución se ha incorporado una solución «moderna y novedosa» para que los peatones puedan cruzar un tramo «tan rural como este sin necesidad de instalar un semáforo», ha apuntado.
Gochicoa ha explicado que se trata de una señal con infrarrojos que detecta la presencia de peatones y avisa a los conductores mediante paneles a distancia de la presencia de gente que está cruzando en ese momento. Una nueva señalización que podría extrapolarse a otras zonas una vez se compruebe su efectividad.
Por su parte, el alcalde de Herrerías ha agradecido la inversión, muy importante también para los ayuntamientos colindantes como Rionansa, y ha puesto en valor la mejora en la seguridad, que invita a visitar el municipio, que cuenta ahora con mejores accesos para «disfrutar de la naturaleza».
DETALLES CONSTRUCTIVOS
La obra ha consistido en ejecutar una senda peatonal de 1,8 metros de anchura, paralela a la carretera autonómica CA-181, separada de esta mediante una línea amarilla de 15 centímetros que ayuda a visibilizar el itinerario, donde se han introducido bolardos de caucho con bandas reflectantes.
El tramo discurre por dos zonas: la primera, hasta el kilómetro 11+550, cuenta con un tramo de acera existente, que se ha mantenido, y otro de senda existente, que permite plasmar la sección objetivo con pequeñas actuaciones; y la segunda, hasta el kilómetro 12+230, ha necesitado una ampliación de la plataforma en zonas de gran desnivel próximas al cauce del Nansa, con soluciones particulares para la contención del terreno.
Al discurrir anexa en paralelo a la carretera CA-181 durante todo su desarrollo, ha sido necesario desplazar los elementos de defensa tales como las barreras de seguridad, las cunetas longitudinales y prolongar las obras de paso inferiores y reubicar parte de la señalización.
En el acceso a Puente El Arrudo desde el norte y a Rábago desde el sur, la señalización se ha visto reforzada mediante la ubicación de dos radares disuasorios con un cartel con fondo Lemon Green y señal de limitación de velocidad a 50 km/h.
Además, se han colocado señales luminosas tipo LED que avisan de la presencia de peatones ya que se activan por radiofrecuencia cuando el peatón ocupa la calzada. Se ha reforzado en las inmediaciones del paso con señales de código P-20.
En Puente El Arrudo las isletas pintadas existentes se han sustituido unas elevadas delimitadas por un bordillo remontable e interior de pavimento de hormigón barrido. Los bordillos se han pintado con bandas rojas y blancas de pintura reflectante con microesferas, mientras que, el interior, con pintura roja de iguales características.
Para reforzar la señalización y el balizamiento, se ha colocado al comienzo de cada isleta una señal de paso obligatorio por la derecha y se ha delimitado la isleta con hitos de caucho rojo con bandas reflectantes.
En ambas zonas de Puente El Arrudo y Rábago y entre el espacio determinado por los carteles de preaviso se ha repintado el eje y los bordes de la calzada.