Iglesias reelegido con un mínimo histórico de participación: cae del 42,6% de Vistalegre I al 11,4% de ahora

El líder morado es elegido con 53.167 votos, frente a los 128.742 apoyos que logró en Vistalegre II, cuando se enfrentó a Errejón

Podemos ha registrado en su Tercera Asamblea Ciudadana Estatal uno de sus peores datos de participación desde que se fundó el partido en 2014, con un 11,4% votos, frente al 42,6% de la militancia que votó en la Asamblea fundacional de Vistalegre, y el 34% de Vistalegre II, en 2017. Además, los votos para mantener a Iglesias al frente han caído, desde los 128.742 de esa segunda asamblea, a los 53.167 registrados ahora.

La cifra de participación asciende ligeramente, hasta el 27%, si sólo se tienen en cuenta los llamados inscritos activos, que Podemos identifica como los que han tomado partido en algunas de las decisiones de la formación en el último año. Aún así, el dato sigue sin superar la participación respecto al censo total de los dos anteriores congresos.

SIN DEBATES Y SIN COMPETENCIA

El ahora vicepresidente segundo del Gobierno ha sido reelegido como líder de Podemos, con el 92% del apoyo, en la que la sido la asamblea con menos participación de su historia, y que tuvo que ser aplazada en marzo por la pandemia del coronavirus.

Finalmente, Vistalegre III se ha celebrado íntegramente de forma telemática esta semana, sin la celebración de ningún debate sobre los documentos que se votaban, ni entre los candidatos que aspiraban a entrar en la nueva dirección.

Además, se trata de la primera vez que el líder morado ha concurrido sin apenas competencia. En esta ocasión, a diferencia de los dos congreso anteriores, Iglesias no se ha enfrentado a ningún sector crítico de peso, tras la reciente marcha de los Anticapitalistas –que aprobaron formalmente a finales de marzo– y la abrupta salida del cofundador y exnúmero dos Íñigo Errejón y sus afines los errejonistas a principio de 2019, tras decidir montar su propia candidatura para la Comunidad de Madrid.

La formación morada ha argumentado que estos datos son similares a los que se registraron en las primarias de 2018 para conformar las candidaturas al Congreso y el Senado de las elecciones de abril de 2019; una consulta que también se celebró sin disputa interna alguna, y que cosechó 60.038 votos, un 12% del total.

En la consulta a las bases anterior a esta Tercera Asamblea, la que se celebró en noviembre de 2019 para avalar la entrada de Podemos en el Gobierno de coalición con el PSOE, la participación fue de 134.760 personas, el 26% del total de 517.500 inscritos que componían entonces el censo (el 59% si sólo se tienen en cuenta los «activos» en aquel momento, que eran 228.500).

MÍNIMO HISTÓRICO EN LA CONSULTA SOBRE EL PROGRAMA DE LAS EUROPEAS

Hasta ahora, el mínimo histórico de participación ha sido la consulta celebrada en 2019 para refrendar el programa de las elecciones europeas, que sólo consiguió implicar al 2,8% del censo (14.860 votos de los 517.548 inscritos llamados a participar).

Anteriormente, las cifras más bajas de participación se registraron en la consulta para aprobar el programa de las generales de abril de 2019, con 47.213 votos; en la votación para definir el formato para concurrir en las elecciones de 2015, con 44.792 votos (el 11,7%); y en las primarias para configurar las candidaturas de esos primeros comicios generales, con 59.724 votos (el 15,2%), según los datos recabados por Europa Press.

Estos datos contrastan con el récord de participación, de 188.176 votos (el 38,57% del censo de aquel momento), que se registró en mayo de 2018 en la consulta que Iglesias convocó a las bases para decidir si él y su pareja, la número dos Irene Montero, debían seguir al frente de Podemos tras la polémica compra de su chalet en Galapagar (Madrid).

También fue muy alta la participación en la consulta que se celebró en 2016 para decidir el sentido del voto en la investidura fallida de Pedro Sánchez, en la que votaron 149.513 personas, o la de la ya mencionada Segunda Asamblea de Vistalegre en 2017, en la que se decidía la pugna entre Iglesias y su exnúmero dos, Íñigo Errejón, y que logró implicar a 155.170 inscritos.

MEDIO DE MILLÓN DE INSCRITOS

El atípico sistema de afiliación que ha tendido Podemos hasta ahora, que no lleva aparejado el pago de ninguna cuota, les ha llevado a contar con más de medio millón de inscritos, a pesar de que, de ellos, solo consideran como «activos» a 219.158, según los datos de esta última asamblea.

En la pasada asamblea de Vistalgre II de 2017, Podemos ya se marcó como reto clarificar cuál era su verdadera fuerza militante, y para ello puso en marcha un proceso de registro para distinguir y contabilizar a los «militantes», que definía como aquellos que «invierten generosamente su tiempo y su esfuerzo en llevar a cabo tareas directamente conectadas con la actividad orgánica o institucional de Podemos» o los que «proyectan» las ideas del partido o «fomentan el empoderamiento de la sociedad para construir masa crítica y movilizaciones en las calles».

Ahora Podemos ha decidido dar un paso más y, además de identificar a los inscritos más implicados con la organización con un censo diferenciado, va a vincular esta figura al pago de una cuota obligatoria de un mínimo de 3 euros para los que quieran ser militantes de «pleno derecho», tal y como consta en el Documento Organizativo que ha presentado Iglesias y que ha recibido el apoyo de la militancia.

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