Iglesias defiende naturalizar que los periodistas con presencia pública estén sometidos a la crítica y el insulto
El vicepresidente reivindica el derecho a criticar «al poder mediático» mientras que la portavoz del Gobierno elogia el papel de los medios
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha defendido este martes que en las democracias avanzadas hay que «naturalizar» que «cualquiera que tenga presencia pública o cualquiera que tenga responsabilidades en una empresa de comunicación o en política» está sometido «tanto a la crítica como la insulto en las redes sociales».
«Creo que la crítica es una cosa normal y propia de las democracias e incluso las cosas desagradables que vemos en las redes sociales y que no nos gustan a nadie también son normales. Y yo no sería partidario de que es se pudiera perseguir», ha afirmado en Moncloa, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tras señalar que él mismo sabe lo que es «que le insulten y le digan de todo».
Iglesias se ha pronunciado así al ser preguntado en concreto sobre si no considera que su formación ha llevado a cabo un señalamiento contra el periodista Vicente Vallés, por el modo en el que ha informado de la pieza Dina del caso Villarejo, que investiga el robo del móvil a la exasesora de Iglesias, Dina Bousselham, y en la cual el líder de Podemos ha perdido recientemente la condición de perjudicado.
«Le tengo que decir que he leído cosas en las redes que no comparto y no me han gustado. Le han dicho de todo», ha comenzado su explicación Iglesias, sin hacer referencia a las críticas dirigidas desde Unidas Podemos.
Eso sí, a continuación ha defendido que, aunque no comparta algunas de las cosas que se han dicho sobre el presentador y sepa lo que es que te insulte, «hay que naturalizar que en una democracia avanzada, cualquiera que tenga presencia pública o cualquiera que tenga responsabilidad en una empresa de comunicación o en la política, lógicamente están sometidos tanto a la crítica como al insulto en las redes».
«Creo que es normal que en una sociedad democrática se produzcan críticas e que incluso todos los que tenemos una presencia pública o una relevancia a la hora de participar en los debates, y ahí los profesionales de los medios de comunicación, algunos lógicamente la tienen, pues creo que la crítica es una cosa normal», ha enfatizado.
En todo caso, ha afirmado que «cuando las cosas se salen de madres», el derecho ofrece instrumentos a todo el mundo para emplearlos en estos casos. «El derecho, en particular el derecho civil, ofrece instrumentos para que cuando alguien se sienta ofendido porque se han atravesado determinadas líneas, pues ejerzan sus derechos en el marco de la ley», ha apostillado.
En la misma línea, Iglesias ha defendido que todos los poderes del Estado, incluido el «poder mediático», deben ser objeto de crítica, al ser preguntados por las que estos días ha lanzado Unidas Podemos y el propio vicepresidente segundo contra algunos periodistas por contribuir, a su juicio, a la estrategia de las llamadas «cloacas» del Estado para sacarles del Gobierno de coalición.
QUE SE CRITIQUE A LOS MEDIOS «FORMA PARTE DE LA NORMALIDAD»
En su opinión, «todos los poderes que configuran la estructura compleja de los sistemas democráticos tienen que ser objeto de la crítica», tanto el poder legislativo, como el ejecutivo y también el cuarto poder. «Eso forma parte de la normalidad», ha defendido.
Eso sí, ha reconocido que «otra cosa distinta» son «los señalamientos» contra periodistas concretos, entre los que ha puesto de ejemplo algunos llevados a cabo, a su juicio, por dirigentes de Vox o del PP. «Eso es señalar y eso ha ocurrido en este país y otra cosa diferente es la crítica. La crítica al poder mediático es tan legítima como la crítica al poder político», ha recalcado.
También ha afirmado que no se puede considerar señalamiento el hecho de relatar como están implicados algunos periodistas en el caso Villarejo. «Si eso fuera así estaríamos ante una suerte de impunidad absoluta. En este caso, lo único que estaba haciendo es repetir lo que ya se ha contado y, además, unos hechos que podrían ser un delito y que además están judicializados. Cualquiera estará de acuerdo con esto», ha apostillado.
A este respecto, Iglesias ha reafirmado su convencimiento de que «es evidente» de que en este país se ha «atacado» a Podemos para evitar que entrara en el Gobierno, y que una comisión de investigación en el Congreso en 2017 «determinó que había quedado acreditado la existencia de una estructura parapolicial y mediática de cloacas creada por el PP para tapar su corrupción y atacar a sus adversarios políticos».
MONTERO: LOS MEDIOS VERTEBRAN LA DEMOCRACIA
En la misma rueda de prensa, la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reivindicado el papel de los medios de comunicación como «vertebradores de la democracia», sin hacer referencia al derecho a criticar su labor. Así lo ha asegurado al ser preguntada en concreto sobre si comparte la visión de Iglesias y sus socios de coalición de Unidas Podemos sobre este asunto.
A este respecto, Montero ha destacado que «no hay ninguna duda» de que el Gobierno cree «imprescindible» el papel de los medios de comunicación. «Sin ellos sería imposible que hubiera capacidad para poder tener criterio libre por parte de los ciudadanos a la hora de enfrentar los problemas cotidianos y la realidad del día a día, y por supuesto la crítica a la política», ha defendido.
«Cero que este Gobierno está fuera de toda duda respecto a ese respeto que tiene sobre los medios de comunicación, y prueba de ello es que en plena pandemia hemos convocado más de 200 ruedas de prensa, nos hemos sometido a más de 1.600 preguntas de los periodistas», ha remarcado.
Por otra parte, no ha querido comentar la iniciativa que quiere poner en marcha Unidas Podemos para crear en el Congreso una comisión de investigación sobre «las cloacas», en la que comparezcan, entre otros, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy o algunos de los periodistas y policías implicados en el caso Villarejo. Según Montero, este es un asunto que corresponderá valorar a los grupos parlamentarios cuando se plantee.