Iglesias culpa a Sánchez de no tener «proyecto de país», de no querer subir el SMI y pide una negociación racional
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha culpado al presidente en funciones, Pedro Sánchez, de no tener «proyecto para el país» cuando busca la investidura primero con Ciudadanos y luego con Unidas Podemos, y espera que ahora comience una negociación «más racional» en la que el candidato salga de la dinámica de no hacer nada, algo muy «rajoniano».
En una intervención en su propio programa de televisión Fort Apache grabado el viernes pasado y emitido este lunes por la noche, Iglesias se ha preguntado «para qué quiere el PSOE el poder en España», y cree que en el seno de la formación socialista no han tenido ese debate puesto que han buscado llegar a La Moncloa con los apoyos tanto de Ciudadanos como de Unidas Podemos.
Iglesias explica que después de que hayan resultado fallidas las negociaciones con el PSOE, tiene la sensación de que tras la «obsesión» de estos con el mercado de trabajo, Ministerio que llegaron a exigir los morados en las conversaciones para la coalición, lo que hay es una negativa a subir salarios. «No quieren subir lo salarios» –señala–.
«Hay un mensaje de cara a Europa ineludible, ¿se va a proteger el estado de bienestar? ¿Se van a proteger los salarios y el sistema industrial? O se va a apostar por una precarización de salarios… Eso es lo que está tras el debate», dice, para luego añadir que cree que el PSOE «no quiere subir los salarios» al igual que tampoco quería subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
EL SIGNIFICANTE IZQUIERDA
En ese sentido, recuerda que en las negociaciones para los Presupuestos de 2019, Pedro Sánchez no quería la subida a los 900 euros del SMI, y les culpa de no querer tampoco garantizar las pensiones ni defender el sistema industrial del país.
Añade a todo esto, el escollo del «significante izquierda». Explica que para el PSOE en sus políticas públicas la izquierda «no significa nada», y les acusa de utilizarlo solo como elemento «identitario y cultural durante las campañas».
«Cuando surge una formación política –por Podemos– que no te pelea el significante pero te pone permanentemente de frente a políticas que tienes que hacer en esa dirección, tienes un lógico problema de identidad que no tiene una solución en clave de táctica sino de diseño de país», comenta.
«TIEMPO MÁS RACIONAL»
A pesar de que las negociaciones para la investidura en julio encallaran, Iglesias se muestra optimista y cree que hasta el 23 de septiembre se abre un periodo de tiempo «más racional» que se debe utilizar para abrir las conversaciones y salir así de «la dinámica del no hacer nada y ya ocurrirá algo». Para el líder morado, esa actitud de Sánchez del «me quedo quieto y ya se moverán los demás» es algo «suicida en política», «algo muy rajoniano», y no es, a su juicio, muy sensato.
Para Iglesias en esas nuevas negociaciones se deben abordar dos grandes desafíos de país: El de Europa y los derechos sociales, y el problema de la plurinacionalidad. Sobre este segundo, señala que si bien durante 40 años el PSOE y el PP gobernaron con estabilidad porque podían compartir una estrategia de sistema y de régimen, un modelo de Estado, ahora esto «ya no ocurre» porque el problema catalán «impide un acuerdo de país».
A juicio de Iglesias, para el PSOE «Cataluña es un problema porque existe el PSC y la sociedad catalana», y para la derecha (PP) en cambio es una «oportunidad electoral» puesto que existen Ciudadanos y Vox. Señala que esta disyuntiva hace imposible la gran coalición entre populares y socialistas, por mucho que «Pedro Sánchez lo deseara» y aunque «pudiera estar cómodo en el 155».
El líder morado añade en este punto que, eliminada la opción del PP, el PSOE tampoco puede mirar hacia Ciudadanos para lograr apoyos para la investidura porque Albert Rivera ha dicho que «no está para servir al Ibex sino para ser presidente».
Así, indica que el PSOE no tiene más remedio que ofrecer una propuesta de solución para el conflicto catalán en clave de país y añade que la vía pasa por abrir el marco de diálogo con las fuerzas independentistas, que, añade, «están por la labor». «El independentismo no está en la lógica unilateral sino que ha renunciado a su estrategia hace bastante tiempo», dice, aunque matiza que «podría recuperarla en los próximos meses».