Identifican unas células muy activas relacionadas con el crecimiento y la recurrencia de los tumores cerebrales
Investigadores del Departamento de Neurocirugía y del Centro Oncológico Rogel de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) han descubierto que los agresivos tumores cerebrales contienen células muy activas que se mueven por el tejido siguiendo complicados patrones.
Es más, las acumulaciones de estas células alargadas y fusiformes que se encuentran por todo el tumor, acuñadas como «oncostreams», sirven de base para el comportamiento de las células cancerosas, determinando cómo crecen los tumores e invaden el tejido normal.
Los tumores están formados por muchos tipos de células, tanto cancerosas como benignas. La complejidad específica de las células del interior de los tumores cerebrales ha sido una característica de la enfermedad, que dificulta enormemente el tratamiento.
Aunque los científicos conocen desde hace tiempo la variedad de células que hay dentro de un tumor cerebral, la forma en que estos tumores crecen se ha basado en el entendimiento de que las células son estáticas, inmóviles y relativamente fijas.
El doctor Pedro Lowenstein, catedrático de neurocirugía y autor principal de este estudio, que se ha publicado en la revista científica Nature Communications , afirma que este crecimiento organizado es lo que hace que los tumores cerebrales sean tan implacables.
«Los tumores cerebrales son altamente letales, con menos del 5 por ciento de los pacientes que viven más allá de cinco años. Por desgracia, la reaparición es lo que acaba matando a los pacientes. Se les opera del tumor inicial, pero el tumor siempre vuelve a aparecer en un plazo de 12 a 18 meses», explica el investigador.
Lowenstein y su equipo también descubrieron que la sobreexpresión del Colágeno 1, una proteína producida por las células tumorales, es esencial para el crecimiento y la función de estas estructuras.
«Cuando eliminamos la producción de Colágeno 1 de las células tumorales, los modelos animales con tumores cerebrales vivieron mucho más tiempo. Este paso elimina las oncosturas de los tumores y reduce el comportamiento agresivo de los mismos, ya que éstos necesitan el Colágeno 1 para moverse de la forma específica que descubrimos», apunta Lowenstein.
El investigador detalla que es probable que esta estructura también esté presente en otros tipos de cáncer: «Una vez que la gente reconozca que hay zonas dinámicas en el tumor, y que están relacionadas con el crecimiento tumoral, la eventual invasión y la muerte, es probable que la gente localice oncostreams en otros modelos tumorales».