Identifican nuevas similitudes entre el genoma de humanos y un pez que puede regenerar sus extremidades
Científicos de la Michigan State University (Estados Unidos) han evidenciado que el catán, un pez de agua dulce conocido popularmente como pez cocodrilo y formalmente como Atractosteus spatula , puede revelar muchos secretos evolutivos de los humanos, incluso posibles planos genéticos para la regeneración de las extremidades.
Este pez es considerado una especie puente , ya que su genoma es similar tanto al pez cebra (a menudo utilizado como modelo genético para los avances médicos humanos) como a los humanos. El catán evoluciona lentamente y ha mantenido en su genoma más elementos ancestrales que otros peces. Esto significa que además de servir como una especie puente para las personas, también son grandes conectores con el pasado profundo.
Así, al estudiar cómo los peces regeneran las aletas, los investigadores identificaron los genes y los mecanismos responsables que impulsan el rebrote. Cuando compararon sus hallazgos con el genoma humano, hicieron una observación interesante.
«Los genes responsables de esta acción en los peces también están en gran medida presentes en los humanos. Lo que falta, sin embargo, son los mecanismos genéticos que activan estos genes en los humanos. Es probable que los interruptores genéticos que activan los genes se hayan perdido o alterado durante la evolución de los mamíferos, incluyendo a los humanos», explican en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences .
En términos evolutivos, esto sugiere que el último ancestro común de peces y tetrápodos (vertebrados de cuatro patas) ya había adquirido una respuesta especializada para la regeneración de los apéndices, y que este programa se ha mantenido durante la evolución en muchas especies de peces, así como en las salamandras.
Continuar la investigación sobre estos genes clave y los mecanismos que faltan podría conducir a algunos avances médicos revolucionarios, según los responsables del trabajo. «Cuanto más estudiemos estos puntos en común entre los vertebrados, más podremos concentrarnos en los objetivos principales para avanzar en este programa de terapias regenerativas en humanos. Estos avances biomédicos directos permanecen en un futuro lejano, pero los estudios de regeneración de aletas en peces continuarán revelando mucho sobre el potencial regenerativo de los vertebrados», concluyen.