Identifican cambios en la respuesta cerebral de las personas obesas ante las señales de alimentos
Las imágenes moleculares con 18F-flubatina PET/MRI han demostrado que los neurorreceptores en el cerebro de las personas con obesidad responden de manera diferente a las señales de alimentos que aquellos en personas con un peso normal, lo que convierte a los neurorreceptores en un objetivo principal para los tratamientos y la terapia de la obesidad, según una nueva investigación de la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular.
Esta investigación, presentada en la Reunión Anual 2023 de la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular y publicada en la revista de Medicina Nuclear , contribuye a la comprensión de los mecanismos fundamentales que subyacen a la obesidad y ofrece información valiosa sobre posibles intervenciones médicas.
Al investigar los mecanismos biológicos y conductuales en personas con obesidad, los científicos buscan identificar posibles vías para tratamientos e intervenciones de esta enfermedad.
«El sistema colinérgico del cerebro es un área de interés única cuando se trata de estudiar la obesidad», afirma el científico clínico y profesor del Departamento de Medicina Nuclear de la Universidad de Leipzig en Alemania, Swen Hesse.
El científico añade «los cambios colinérgicos en las redes atencionales y de recompensa del cerebro parecen desempeñar un papel importante en la forma en que las personas deciden qué alimentos son los más deseables o destacados».
«Nuestro objetivo fue medir los cambios en los receptores nicotínicos de acetilcolina que se encuentran en el sistema colinérgico en respuesta a las señales de alimentos ricos en calorías», explica Swen Hesse.
En el estudio, 15 personas con obesidad y 16 controles de peso normal se sometieron a PET/MRI con 18F-flubatina dos veces en días separados, una vez en estado de reposo y otra mientras miraban imágenes de alimentos. Se estimó F-flubatina y se utilizó una escala analógica visual para evaluar los estados de hambre/saciedad, apetito, desinhibición, craving y gusto. El comportamiento alimentario también se midió utilizando el Cuestionario alimentario de tres factores (TFEQ).
En estado de reposo, no se observaron diferencias significativas en el volumen de distribución total de 18F-flubatina entre los participantes con obesidad y los controles de peso normal. Sin embargo, al ver fotos de alimentos, el volumen de distribución total de 18F-flubatina fue mayor en los obesos en comparación con los controles de peso normal en el tálamo del cerebro, particularmente en aquellos con una puntuación TFEQ más alta.
Para los controles de peso normal, hubo una conectividad más fuerte con la red de atención dorsal del cerebro al ver las señales de alimentos, mientras que para los participantes con obesidad, se encontró una conectividad más fuerte con la red de prominencia.
Finalmente, los análisis de la distribución del volumen total y diferentes medidas de comportamiento mostraron una correlación significativa entre la distribución del volumen total en el hipotálamo y la medida de la saciedad en los controles de peso normal. En los participantes con obesidad hubo una correlación significativa con las medidas de desinhibición y el núcleo accumbens.
«Anticipamos que los resultados de nuestro estudio allanarán el camino para nuevos tratamientos farmacológicos e intervenciones conductuales para combatir eficazmente la obesidad en todo el mundo», señala el profesor, director y presidente del Departamento de Medicina Nuclear de la Universidad de Leipzig, Osama Sabri.
Asimismo, Sabri resalta que «la tecnología de imágenes utilizada en este estudio es prometedora para identificar biomarcadores que puedan ayudar en la estratificación de pacientes y facilitar enfoques de medicina personalizada en un futuro cercano».