Identificado el papel de la proteína CCT en el control de la formación de la sinapsis inmune
Investigadores del CIBERCV pertenecientes a los grupos de Francisco Sánchez-Madrid y de Jesús Vázquez en el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario de La Princesa (IIS Princesa) y el CNIC, en colaboración con el grupo de José María Valpuesta, perteneciente al CSIC, han identificado el papel esencial de la chaperonina citosólica CCT.
El trabajo, publicado en la revista científica Science Advances , describe cómo CCT controla los cambios en la disposición del centrosoma y las mitocondrias (los orgánulos que producen la energía intracelular) a través de la producción de elementos del citoesqueleto como son la a- y b-tubulina.
La activación de los linfocitos T requiere su interacción con las células presentadoras de antígenos. El contacto entre la superficie de ambos tipos celulares produce una estructura conocida como sinapsis inmune, cuya formación y dinamismo determina la intensidad de la activación del linfocito y la consiguiente respuesta inmunitaria.
Este proceso, esencial para la respuesta inmune, es muy dinámico, ya que requiere la reorganización del esqueleto celular y del centrosoma, la región que controla la disposición de los microtúbulos en las distintas fases del ciclo celular, y por su importancia está muy regulado.
Javier Chichón, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), y uno de los primeros autores del trabajo, detalla que «CCT es un complejo involucrado en el plegamiento de proteínas muy importantes para distintos procesos celulares, pero fundamentalmente actina y tubulina, dos proteínas esenciales en la formación del citoesqueleto». Este nuevo trabajo demuestra su importancia en procesos donde el dinamismo celular es clave.
Mediante la utilización de técnicas proteómicas se demostró que la CCT se asociaba al centrosoma durante la activación de los linfocitos T. Posteriormente, se llevó a cabo la reconstrucción tridimensional de células enteras utilizando criotomografía de rayos X, que se ha realizado en la línea de luz MISTRAL del Sincrotrón ALBA (en Cerdanyola del Vallès, Barcelona), y se pudieron observar los movimientos relativos de los dos centriolos del centrosoma y los cambios en la disposición de las mitocondrias y los microtúbulos. Esta técnica basada en la luz de sincrotrón permite observar las células en su totalidad, sin necesidad de seccionarlas, en unas condiciones muy cercanas a las naturales.
Aparte de ALBA, esta tecnología está solamente disponible en otros tres sincrotrones del mundo (Reino Unido, Alemania y Estados Unidos). Para este trabajo se ha contado también con la colaboración de la Universidad de Cantabria y el Centro de Regulación Genómica de Barcelona.
«Ahora sabemos que CCT es responsable del cambio que tiene lugar en el centrosoma durante la activación del linfocito T. La CCT ejerce su control mediante la regulación de la síntesis de novo de a- y b-tubulina y las modificaciones postraduccionales necesarias para el ensamblaje de los microtúbulos durante la formación de la sinapsis inmune y que esto regula el metabolismo celular», explica Noa Martín, primera autora del trabajo e investigadora del CIBERCV, el IIS Princesa y el CNIC.
Este hallazgo abre la puerta al diseño de estrategias dirigidas a bloquear CCT como terapia frente a procesos autoinmunitarios que cursen con hiperactivación de las células linfoides.