Identificada una nueva diana terapéutica para el cáncer de mama triple negativo
Investigadores de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han descubierto que el receptor nuclear TLX puede utilizarse potencialmente para la intervención terapéutica frente al cáncer de mama triple negativo.
El cáncer de mama se clasifica en tres subtipos principales: receptor hormonal positivo, HER2 positivo y triple negativo. Aunque existen enfoques terapéuticos dirigidos a los dos primeros, las opciones para las pacientes con cáncer de mama triple negativo son limitadas.
«Los investigadores han sido capaces de desarrollar buenas terapias para el cáncer de mama con receptores hormonales positivos y HER2 positivo, y la supervivencia a largo plazo de las pacientes diagnosticadas con estos tipos de cáncer es bastante buena. Por otro lado, el cáncer de mama triple negativo ha carecido de una diana obvia contra la que desarrollar fármacos. Estamos intentando encontrar nuevas dianas porque la tasa de supervivencia a cinco años es peor que la de los otros tipos de cáncer de mama», ha explicado Erik Nelson, uno de los líderes del estudio, que se ha publicado en la revista científica Biochimica et Biophysica Acta (BBA) – Molecular Basis of Disease .
El laboratorio de Nelson se especializa en el estudio de los receptores nucleares, una clase de proteínas que regulan una serie de procesos biológicos. Decidieron buscar entre diferentes receptores nucleares para identificar uno que pudiera utilizarse para atacar el cáncer de mama triple negativo.
«El TLX se ha caracterizado anteriormente en el cáncer de cerebro y de próstata por ser un impulsor de los mismos. Sin embargo, cuando observamos los datos clínicos, vimos que las pacientes con cáncer de mama triple negativo que tienen una mayor expresión de TLX presentan mejores tasas de supervivencia», detalla Adam Nelczyk, autor principal del estudio.
A continuación, los investigadores llevaron a cabo experimentos en líneas celulares de cáncer de mama triple negativo para determinar si el aumento de la expresión de TLX podía reducir las características clásicas del cáncer: crecimiento, migración, invasión y metástasis del tumor.
Para medir el crecimiento, los investigadores colocaron las células en placas, las dejaron crecer y luego midieron el contenido de ADN. También midieron la migración con una configuración similar, pero introdujeron un rasguño entre las células y tomaron imágenes de lapso de tiempo para ver la rapidez con la que las células eran capaces de cerrar la brecha. En ambas pruebas, las células que expresaban TLX mostraron un menor crecimiento y migración.
Las células cancerosas también son famosas por su capacidad de romper las barreras entre los tejidos, lo que se conoce como invasión, lo que lleva a la formación de tumores en tejidos adyacentes, así como en tejidos que residen lejos, un proceso llamado metástasis.
Para medir este fenómeno en líneas celulares, los investigadores utilizaron cámaras especiales recubiertas de gel que imitan la barrera tisular; las células cancerosas segregan factores que les ayudan a abrirse paso. Comprobaron que las células TLX+ invadían en menor medida.
«La disminución de la metástasis es especialmente importante porque la mayor parte de la mortalidad se debe a la progresión metastásica de la enfermedad», afirma Nelson.
Las mismas características se midieron también en modelos de ratón, junto con la secuenciación del ARN, para medir los cambios en la expresión de TLX, y los estudios histológicos. A los ratones se les injertaron tumores en las glándulas mamarias. «Los datos corroboraron nuestros hallazgos iniciales, mostrando que los ratones con mayor expresión de TLX tenían una proliferación reducida», resalta Nelczyk.
Aunque los resultados son prometedores, los modelos de ratón no reflejan completamente lo que ocurre en los seres humanos. «Los ratones que utilizamos no tienen un sistema inmunitario completo porque tienen que ser capaces de cultivar células humanas, así que puede que no recapitulen la enfermedad a la perfección. Sin embargo, junto con los datos de los pacientes, indican que TLX es una buena diana farmacológica. A continuación, tendremos que confirmar nuestros hallazgos en humanos», remacha Nelson.
Por desgracia, el cáncer de mama triple negativo es una enfermedad heterogénea, y existen varias subcategorías. Por tanto, los modelos que utilizaron los investigadores pueden no ser aplicables a los demás tipos de cáncer triple negativo. Esperan centrarse en las demás subcategorías en sus futuros estudios.
«Queremos comprender mejor lo que hace TLX, no sólo en las células cancerosas. Tenemos algunos indicios de que TLX también puede modular la actividad de ciertos tipos de células inmunitarias. Como no pudimos obtener una imagen completa en nuestros modelos, ése es el objetivo principal de nuestra próxima serie de estudios», concluye Nelczyk.