Ibercaja lanza un fondo de renta fija privada con una rentabilidad no garantizada del 3,5% TAE
ZARAGOZA, 30
Ibercaja Gestión ha lanzado Ibercaja Deuda Alto Rendimiento 2024, un nuevo fondo con rentabilidad objetivo estimada no garantizada del 3,5 por ciento TAE al vencimiento, que invertirá totalmente en renta fija privada.
El fondo nace con el propósito de permitir a los inversores españoles aprovechar las excelentes oportunidades que ofrece actualmente el mercado de renta fija privada en los tramos cortos de las curvas.
Su filosofía consiste en construir una cartera estable y diversificada, con un vencimiento aproximado de 18 meses –31 de octubre de 2024– y una calificación media de BBB- –bonos de alto rendimiento–.
Según ha explicado la directora general de Ibercaja Gestión, Lily Corredor, tras un año marcado por el repunte de las curvas soberanas y el incremento de los diferenciales crediticios, 2023 se presenta como una de las mejores oportunidades de la última década para losinversores en renta fija.
COMERCIALIZACIÓN
«En el actual entorno económico, las curvas pueden empezar a relajarse, lo que implicará una disminución en la rentabilidad, especialmente en los plazos cortos y medios, debido a la demanda de inversores por este tipo de bonos en un contexto de reducción de tipos de interés. El mercado suele anticipar estos movimientos, por lo que la renta fija se presenta como una oportunidad de inversión muy interesante», ha asegurado Corredor.
Ibercaja Deuda Alto Rendimiento 2024 se comercializará hasta el 10 de septiembre de 2023, fecha a partir de la cual estará cerrado para nuevas inversiones. El fondo no tiene comisiones de reembolso, lo que permite a los inversores contar con liquidez diaria a precios de mercado sin penalizaciones.
La cartera del fondo estará diversificada con emisiones de rating inferior a BBB- –50%-65%– y emisiones con calificaciones superiores, así como una amplia diversificación de emisores en más de diez sectores diferentes.
Los gestores del fondo realizarán un análisis exhaustivo del riesgo de crédito y un seguimiento diario de la solvencia de los activos. Los activos se mantendrán hasta su vencimiento, salvo que los análisis de inversión indiquen que son necesarios cambios tanto por los emisores como por el mercado.