HRW denuncia torturas y desaparición forzada de menores por parte de las fuerzas de seguridad de Egipto

Algunos fueron colgados de los brazos y recibieron descargas en la lengua y sus genitales mientras estuvieron bajo custodia

La Policía de Egipto, la Agencia de Seguridad Nacional y oficiales del Ejército han llevado a cabo detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas y torturas de menores, algunos de tan solo 12 años, sin que jueces ni fiscales hayan intervenido, según denuncian las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y Belady: An Island for Humanity en un nuevo informe.

Ambas organizaciones han documentado los abusos cometidos contra 20 menores de entre 12 y 17 años, quince de los cuales han contado que fueron torturados mientras estaban detenidos antes del juicio, en general durante los interrogatorios mientras les mantenían incomunicados. Además, otro menor fue duramente golpeado por los guardias en prisión y siete denunciaron que oficiales de seguridad les torturaron con descargas eléctricas, incluidas pistolas aturdidoras.

Uno de los testigos, un chico de 16 años, contó a un familiar que tenía miedo de que «nunca se casaría o tendría hijos» por lo que le habían hecho mientras estaba detenido, explican las dos ONG en su informe, » A nadie le importó que fuera un niño : El abuso de menores en detención por las fuerzas de seguridad egipcias».

Dos de los menores han relatado que los oficiales de seguridad les ataron las manos a la espalda y les colgaron de los brazos, lo que les dislocó los hombros. Uno de ellos, de 14 años, tuvo que pedir a otro recluso, que era médico, que le recolocara las articulaciones.

MAQUINARIA DE REPRESIÓN EN EGIPTO

«Los desgarradores relatos de estos niños y sus familias revelan cómo la maquinaria de represión de Egipto ha sometido a graves abusos», denuncia Aya Hijazi, codirectora de Belady. «Las autoridades egipcias actúan como si estuvieran por encima de la ley cuando se refiere a los menores detenidos», lamenta.

«Los menores han descrito haber sido sujetos a ahogamientos simulados (waterboarding) y electrocutados en la lengua y en sus genitales y aún así las fuerzas de seguridad egipcias no se enfrentan a consecuencias», lamenta el director asociado para derechos de la infancia en HRW, Bill Van Esveld.

Los oficiales de seguridad cometieron desapariciones forzosas de hasta trece meses a menores, negándose a reconocer a sus desesperadas familias que estaban detenidos o a darles ninguna información sobre ellos. Además, uno de ellos fue condenado a muerte, en violación del Derecho Internacional, y se les mantuvo recluidos con adultos en celdas atestadas en las que se veían obligados a dormir por turnos y donde apenas recibían comida ni atención médica.

Según HRW y Belady, los abusos contra menores así como contra adultos por parte de las fuerzas de seguridad de Egipto se han vuelto flagrantes bajo el mandato del presidente, Abdelfatá al Sisi. Los agentes de la Agencia Nacional de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, fueron los responsables de la mayoría de los abusos documentados, si bien también hubo implicados policías y militares en algunos casos.

La legislación egipcia exige a las autoridades que presenten a los detenidos ante un fiscal en un plazo de 24 horas tras el arresto, pero los fiscales encubren las desapariciones forzosas de menores afirmando que no han sido detenidos. Según las ONG, en ninguno de los casos las autoridades presentaron una orden de arresto o procedieron a una detención legal de los menores.

En uno de los casos, el menor estuvo detenido sin juicio durante 30 meses, en violación del límite de dos años que estipula la legislación egipcia, acusado de participar en una protesta que se produjo mientras ya estaba detenido. Además, el sistema judicial penal no ha investigado de forma seria las denuncias de torturas y malos tratos de los menores. En uno de los casos, el fiscal incluso amenazó con enviar al menor «de vuelta al oficial» que le había torturado si se negaba a realizar una confesión.

DEJAR DE APOYAR A LAS FUERZAS DE SEGURIDAD EGIPCIAS

Así las cosas, HRW y Belady sostienen que los aliados de Egipto, en particular Estados Unidos y algunos países europeos como Francia, deberían dejar de apoyar a las fuerza de seguridad del país hasta que el Gobierno adopte medidas verificables para poner fin a los abusos y hacer que rindan cuentas a los responsables de los mismos.

«Los gobiernos que quieran poner fin a estos horrores deberían dejar de apoyar a los servicios de seguridad egipcios y condicionar cualquier futuro acuerdo a que haya reformas reales», defiende en este sentido Van Esveld.

Por otra parte, piden a las autoridades egipcias que cumplan con lo estipulado en la Ley del Menor de 1996 y sus enmiendas de 2008 que estipulan alternativas a la detención de menores y penas para los oficiales que detengan a niños junto a adultos.

Además, se debería acabar con el vacío en la citada ley que permite a los fiscales enviar a menores acusados de delitos con un adulto como cómplice a tribunales penales, que usan para procesar a los menores junto a adultos ante tribunales antiterroristas. Las dos organizaciones defienden que solo se debería detener a menores como último recurso y durante el periodo de tiempo más breve posible.

«El sistema judicial penal de Egipto no ha protegido a los niños del maltrato y podría provocarles un daño duradero», alerta Hijazi. «Acabar con esta detención y abuso rutinarios va en el bien de la sociedad y de los menores», reivindica la codirectora de Belady.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La demanda eléctrica dispara sus caídas en el inicio de la segunda semana de estado de alarma
González Laya pide aparcar las disputas: «No son mis mascarillas o tus mascarillas»

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios