Hasta el 30% de los sanitarios ha sufrido insomnio durante la pandemia, según expertos
Expertos de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) han resaltado que la pandemia de COVID-19 ha acentuado el problema del insomnio en la ciudadanía española, especialmente entre los profesionales, llegando a afectar a un 30 por ciento de los sanitarios. Mientras, en la población general, el porcentaje de insomnio se sitúa alrededor del 12 por ciento.
Desde la SESMI alertan de la importancia de tener un sueño de calidad «ya que es importante para nuestro bienestar y salud». «Nuestro cuerpo mientras dormimos, realiza un periodo de readaptación y reparación de los sistemas fisiológicos, no dormir de forma adecuada o insuficiente afecta negativamente a nuestra capacidad física y emocional. Además, hay enfermedades asociadas al insomnio como la hipertensión, la ansiedad y la depresión, y sabemos también que las personas con obesidad sufren insomnio con más frecuencia», insisten.
Estos expertos recuerdan que el estrés continuado provoca que el cerebro esté trabajando todo el día sin descanso, lo que conlleva, por una liberación excesiva y mantenida de cortisol, dificultad para conseguir la desconexión necesaria a la hora de conciliar el sueño.
Ante estas situaciones, recomiendan «buscar espacios de relax y de paz mental, practicar yoga, hacer mindfulness, qi gong, o meditación». Es importante no usar pantallas antes de ir a dormir y alejarse de situaciones estresantes desde media tarde», agregan. Por otra parte, añaden que «una entidad que suele asociarse a un estrés mantenido es la fatiga adrenal (un agotamiento de las glándulas suprarrenales. Nutrientes que apoyen la función adrenal, aportados en la dieta o bien como suplementos nutricionales, entre ellos, las vitaminas B y C, pueden mejorar esta condición».
La tristeza y depresión o un evento traumático puede llevar también a problemas de conciliación o de mantenimiento del sueño con pensamientos obsesivos o repetitivos. En este sentido, SESMI afirma que «el insomnio, junto con la falta de apetito y la tendencia al llanto y a una visión pesimista de la realidad son característicos de los cuadros depresivos». «En estos casos remarca que la depresión se ha asociado últimamente con desequilibrios en la microbiota intestinal, puesto que existe una comunicación entre el cerebro y el intestino, siendo importante revisar y corregir estos desequilibrios», agregan.