Hallan una posible diana terapéutica para mejorar o curar la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa
Investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham (Reino Unido) han descubierto un subconjunto de células inmunes que crean y sostienen la enfermedad inflamatoria intestinal crónica, las cuales podrían convertirse en posibles dianas terapéuticas para mejorar o curar la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Además, a juicio de los científicos, si este subconjunto de células T CD4 desempeña un papel similar en otras enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1 o la artritis reumatoide, también podrían ser objetivos para la terapia.
La enfermedad inflamatoria intestinal tiene dos formas: la enfermedad de Crohn, que puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, pero con mayor frecuencia se produce en el intestino delgado inferior; y colitis ulcerosa, que se encuentra en el intestino grueso y el recto. En ambos, la inflamación prolongada daña el tracto gastrointestinal y origina síntomas como, por ejemplo, diarrea persistente o dolor abdominal.
En estas patologías, la citoquina interferón gamma es producida abundantemente por un tipo de células inmunes llamadas células CD4 T, sin bien, hay información contradictoria sobre el papel del interferón gamma en la enfermedad. No obstante, se sabe que las células CD4 T son progenitoras y pueden diferenciarse en varios tipos de células T que se encuentran en la enfermedad inflamatoria intestinal.
Ante esto, en un modelo de colitis en ratón los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en Journal of Experimental Medicine , han descubierto que las células T CD4 efectoras existen en un espectro de estados de diferenciación, estando su potencial patogénico directamente relacionado con el estado de diferenciación.
En concreto, fueron capaces de separar las células CD4 T en dos grupos: células T CD4 productoras de interferón-gamma y células CD4 T que no produjeron interferón-gamma. Las células CD4 T positivas al interferón-gamma no fueron capaces de conferir colitis cuando se transfirieron a ratones sanos, no siendo necesarias para mantener la enfermedad.
Por el contrario, fueron las células CD4 T negativas al interferón gamma las que fueron patógenas, puesto que provocaron y mantuvieron la inflamación intestinal. Además, este grupo mostró una firma transcripcional parecida a una célula madre, que apoya la capacidad de autorrenovarse y resistir la muerte celular programada, llamada apoptosis. También continuamente sembraron células productoras de interferón-gamma terminalmente diferenciadas en el intestino inflamado.
Finalmente, los científicos han identificado una enzima glucosiltransferasa en las células T CD4 negativas al interferón gamma que regulaban positivamente un factor de transcripción involucrado en la raíz.