Guterres pide la liberación «inmediata» e «incondicional» de los niños secuestrados en Nigeria
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido este lunes la liberación «inmediata e incondicional» de los más de 300 niños nigerianos que han sido secuestrados cuando se encontraban en un instituto situado en el estado de Katsina, en el norte del país.
En un comunicado emitido por su portavoz, Stéphane Dujarric, Guterres ha condenado enérgicamente el ataque y ha solicitado a los secuestradores que los niños regresen a salvo con sus familias.
Además, reitera que «los ataques a escuelas y otras instalaciones educativas constituyen una grave violación de los Derechos Humanos» e insta a las autoridades nigerianas a «llevar ante la justicia a los responsables de este acto».
Guterres ha aprovechado el escrito para reafirmar «la solidaridad y el apoyo de la ONU al Gobierno y al pueblo de Nigeria en su lucha contra el terrorismo, el extremismo violento y el crimen organizado».
También el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha condenado «en los términos más fuertes posibles este brutal ataque» y ha hecho un llamamiento para la liberación «inmediata y sin condiciones» de todos los menores para que vuelvan con sus familias.
«Además, UNICEF siente una profunda preocupación por estos actos de violencia. Los ataques a escuelas constituyen una violación de los derechos de la infancia. Esto es un terrible recordatorio de que los secuestros de niños y las graves y generalizadas violaciones de los derechos de la infancia siguen ocurriendo en el norte de Nigeria», ha añadido la agencia de la ONU para la infancia.
El Instituto Científico de Secundaria de Kankara, solo para chicos, fue atacado por «bandidos» en la noche del viernes y desde entonces se ha localizado a más de 400 alumnos que han podido regresar, algunos tras pasar la noche ocultos en los bosques. Las cifras por el momento son confusas, pero en el centro educativo estudian 884 alumnos.
El noroeste de Nigeria se está convirtiendo cada vez más en un foco de violencia, con un número creciente de ataques y víctimas atribuidas a lo que el Gobierno define como bandidos pero detrás de algunos de los cuales están grupos yihadistas que operan en la cuenca del lago Chad, de ahí el que los expertos apunten a que los terroristas puedan estar tratando de unir ambos escenarios.