Guterres advierte ante un orden mundial «crecientemente caótico» y pide aumentar la cooperación internacional
Anuncia una nueva cumbre del clima en 2019 y destaca «vientos de esperanza» en algunas partes del mundo
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido este martes que el orden mundial es «crecientemente caótico» y que existe «un aumento de la polarización», motivo por el que ha reforzado su llamamiento a aumentar la cooperación internacional para hacer frente a los desafíos existentes y «alejar al mundo hacia un camino más seguro».
En un discurso ante la Asamblea General de la ONU, Guterres ha afirmado que el mundo «sufre un caso grave de Desorden de Déficit de Confianza» y ha apuntado a la falta de confianza en las instituciones nacionales, entre los estados y en el orden mundial.
«Nunca hemos tenido un verdadero sistema de gobernanza mundial, mucho menos uno totalmente democrático, pero durante muchas décadas establecimos unos pilares sólidos para la cooperación internacional», ha dicho, antes de alertar de que en la actualidad «las relaciones de poder son menos claras, los valores universales están siendo erosionados y los principios democráticos están bajo asedio».
«El multilateralismo está bajo ataque precisamente cuando más lo necesitamos. Es verdad que avanzamos hacia un mundo multipolar, pero la multipolaridad en sí misma no es una garantía de paz o de resolver los problemas mundiales», ha explicado.
Así, ha recordado que «hace un siglo Europa era multipolar y un equilibrio de poder fue considerado suficiente para mantener controlados a los rivales, pero no fue así».
Por ello, ha pedido «compromiso con un orden fundamentado en normas, con la ONU en su centro y con las diferentes instituciones y tratados que dan vida a la Carta (de la ONU)», al tiempo que ha reiterado que «no hay otro camino hacia adelante que una acción colectiva por el bien común».
Guterres ha lamentado además que en su comparecencia del año pasado apuntara a siete desafíos que, un año más tarde, «tristemente siguen sin resolverse», entre ellos las guerra en Siria y Yemen, la situación de los refugiados rohingya en Bangladesh, el «interminable conflicto» entre israelíes y palestinos –con la solución de dos estados «cada vez más y más distante», según el secretario general de la ONU–, la amenaza del terrorismo, el peligro de las armas nucleares, y el aumento de las desigualdades sociales.
«Las desigualdades están minando la fe en el contrato social y son un claro obstáculo para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», ha resaltado, antes de apuntar también al aumento de las tensiones comerciales y a la «discriminación y demagogia» contra los migrantes y refugiados «ante la claramente insuficiente cooperación internacional».
En este sentido, ha argumentado que «los que cierran sus fronteras a la migración regular sólo alimentan el trabajo de los traficantes, y los que ignoran los Derechos Humanos combatiendo el terrorismo tienden a criar el extremismo al que intentan poner fin».
«Es nuestro deber común revertir estas tendencias y resolver estos desafíos. La prevención debe estar en el centro de todo lo que hacemos», ha argüido Guterres.
CAMBIO CLIMÁTICO Y AVANCES TECNOLÓGICOS
En esta línea, Guterres ha querido centrar sus advertencias en dos «desafíos históricos» cuya urgencia «ha aumentado» durante el último año: el cambio climático y los nuevos riesgos asociados a los avances tecnológicos.
En el primer caso, ha resaltado que «si no se cambia la dirección en los próximos dos años, hay riesgo de un cambio climático desenfrenado», antes de apuntar que «por primera vez, este año ha empezado a romperse el mar de hielo permanente al norte de Groenlandia».
«La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es la más alta en tres millones de años, y está en aumento. Para empeorar las cosas, nosotros, como comunidad de líderes mundiales, no estamos haciendo lo suficiente», ha dicho.
Pese a ello, ha destacado que «la buena noticia es que la tecnología está de nuestra parte» y ha indicado que «la energía limpia es más asequible y competitiva», al tiempo que ha defendido que «la acción climática podría inyectar 26 billones de dólares a la economía mundial de cara a 2030, mientras que las políticas de economía verde podría crear 24 millones de puestos de trabajo».
«El verdadero peligro no es la amenaza a la economía de uno por actuar, sino por no actuar», ha manifestado, antes de desvelar que convocará una Cumbre del Clima en septiembre de 2019 «para movilizar acciones y finanzas».
En cuanto a las nuevas tecnologías, Guterres ha alertado de que «los avances tecnológicos podrían alterar los mercados laborales debido a que los trabajos tradicionales tienen a desaparecer, a pesar de que el número de jóvenes que busca empleo sigue creciendo».
«Será necesario un reentrenamiento a una escala previamente inimaginable. La educación debe adaptarse y la propia naturaleza del trabajo cambiará. Los gobiernos tendrán que considerar unas redes de seguridad social más fuertes e incluso una renta básica universal», ha dicho.
Asimismo, ha recordado que «la tecnología está siendo usada por terroristas y para la explotación y el abusos sexual», mientras que «actos maliciosos en el cibersespacio, como las campañas de desinformación, están polarizando a comunidades y disminuyen la confianza entre estados».
«Cada vez más gente recibe su información de noticias y redes sociales que refuerzan sus posiciones, su tribalismo y garantizan a la gente que están en lo correcto y que el otro lado está equivocado», ha dicho, antes de resaltar que «la revolución digital también está siendo usada para discriminar a las mujeres y reforzar la cultura dominada por los hombres».
Guterres ha hecho además referencia al impacto de las nuevas tecnologías en el campo armamentístico, que ha descrito como «una amenaza directa a la responsabilidad común de garantizar la paz y la seguridad».
APLAUDE «VIENTOS DE ESPERANZA» EN EL MUNDO
Pese al tono general de su discurso, el secretario general de la ONU ha destacado que ve «vientos de esperanza» en todo el mundo, entre los que ha destacado «la firma de un histórico acuerdo de paz» entre Eritrea y Etiopía y el inicio de un proceso de paz entre Yibuti y Eritrea.
«Eritrea y Somalia han establecido relaciones diplomáticas, y en la misma región (…) los dos líderes rivales en Sudán del Sur han firmado por fin un acuerdo de paz», ha dicho, antes de expresar su deseo de que «estos esfuerzos sigan siendo consolidados para que la gente del Cuerno de África pueda por fin pasar página a la guerra y el conflicto».
Guterres ha hecho referencia también a la cumbre celebrada en junio en Singapur entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, así como los encuentros entre Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae In, y ha subrayado que «ofrecen la esperanza sobre la posibilidad de una desnuclearización total y verificable de la península de Corea».
Asimismo, se ha mostrado «impresionado por el firme compromiso de la población de Colombia con la paz», ha aplaudido los avances entre Grecia y Macedonia para resolver su disputa por el nombre de este segundo país.
«Cientos de millones de personas han sido sacadas de la pobreza extrema en todo el mundo durante las últimas tres décadas», ha dicho, antes de apuntar que «el impulso por la igualdad de género está ganando peso, en medio de una creciente conciencia sobre la perversa discriminación contra mujeres y niñas».
Por último, ha recordado las declaraciones del fallecido secretario general de la ONU Kofi Annan: «Tenemos un destino común. Podemos controlarlo si le hacemos frente juntos. Y para eso, amigos, tenemos la ONU».
«Nuestro futuro depende de la solidaridad. Debemos reparar una confianza reta. Debemos estimular nuestro proyecto multilateral y debemos defender la dignidad para uno y para todos», ha remachado.