Guindos ve inevitable que crezcan la deuda pública y déficit, pero afirma que hay que actuar «con intensidad»
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha considerado inevitable que la ratio de deuda con respecto al producto interior bruto (PIB) y el déficit público crezcan durante la crisis, pero ha subrayado que es necesario actuar «con intensidad» para evitar que el daño económico sea mayor.
Durante su participación este jueves en un webinario organizado por la Universidad de Navarra, el exministro español ha explicado que si no se permite actuar a los estabilizadores automáticos o no se ponen en marcha medidas fiscales, «la recesión no sería del 8% o del 9%, sino que sería mucho más profunda».
«En este momento hay que actuar con intensidad», ha insistido Guindos. No obstante, ha reconocido que la consecuencia de esto será un mayor endeudamiento, que en el caso de España podría llegar al 115% del PIB. «Ese va a ser el legado de la crisis», ha agregado.
El banquero central ha recetado a los gobiernos de toda la zona euro que tomen medidas «para salvar el máximo tejido empresarial posible». Según ha indicado, «antes o después se encontrará una vacuna y hay que intentar que ese tejido empresarial (…), que era bastante competitivo a nivel internacional, subsista».
Durante su intervención, ha asegurado que la incertidumbre es «brutal», por lo que es «extremadamente arriesgado y difícil» hacer proyecciones macroeconómicas. Sin embargo, el escenario central que maneja la entidad con sede en Fráncfort es que la economía comience a recuperarse en el segundo semestre del año. De esta forma, la zona euro volverá a sus niveles de renta previos a la crisis en un máximo de un año y medio o dos años.
Guindos también ha matizado su defensa del una renta mínima, insistiendo en que esta tiene que ser temporal, ligada a la duración de la pandemia, para todos aquellos que no reciben algún tipo de prestación por desempleo. «El Estado no puede dejar de lado a ningún colectivo», ha apostillado.
Con respecto a la posibilidad de que España acabe acudiendo al Mecanismo Europeo de Estabilidad para pedir fondos prestados, algo que podría ahorrar a las arcas públicas hasta 2.000 millones en un horizonte de diez años, Guindos ha defendido esa posibilidad. «Yo pedí un rescate, un rescate bancario», ha explicado, agregando que «no es tanto el tema de pedir o no pedir como el tema de utilizar bien los recursos».