Guardiola reivindica una España «fuerte» y con «memoria» frente a quienes están «blanqueando» a «herederos» de ETA
MÉRIDA, 6
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha reivindicado que España tiene que ser un país «fuerte» y con «memoria» hacia las víctimas de la «sinrazón» terrorista, frente a quienes ahora están «blanqueando» a los «herederos» de ETA.
Ha lamentado, así, lo «lejos» que parece que quedan los tiempos en los que la política demostró entonces que tenía «la fuerza, las herramientas y la altura de miras suficiente para conseguir lo que se consiguió: acabar con el terrorismo»; y ha defendido que hay que tener «unidad» social y política, así como «memoria» para reivindicar desde las instituciones y recordar a las víctimas, para así «construir un futuro de paz».
En este punto, ha defendido que España tiene que ser «un país fuerte, con convicciones profundas y con memoria, una memoria que esté a salvo de manipulaciones y de medias verdades, una memoria objetiva, sensata, constructiva, que sirva para fijar valores, para poder educar a los hijos y por supuesto para no volver a cometer viejos errores del pasado».
«Una memoria que avive la convivencia, que sea fruto del diálogo, que cimiente nuestro estado de derecho», ha añadido la presidenta de la Junta, quien ha defendido que el terrorismo «se combate con la unidad, una unidad que tiene que ser social pero también tiene que ser política».
Para ello, ha añadido, hay que seguir «dignificando el trabajo de los cuerpos y seguridad del estado, aplaudiendo la labor de las asociaciones, escuchando las reivindicaciones de las víctimas que sobrevivieron a la «tragedia» y también la de los familiares que «perdieron lo que más querían».
De este modo lo ha indicado durante su intervención este miércoles en Mérida en el acto conmemorativo del Día de Reconocimiento y Memoria de las Víctimas de Terrorismo Extremeñas, en el que se han entregado las Medallas a las Víctimas y a la Defensa de las Víctimas.
Al acto, entre otras autoridades civiles y militares, han asistido los expresidentes de la Junta Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara; el delegado del Gobierno, Francisco Mendoza; la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín; el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna; responsables sindicales y de las diputaciones; y miembros del Consejo de Gobierno del Ejecutivo autonómico.
RESARCIR EL DOLOR
En este marco, Guardiola ha considerado que hay que seguir «trabajando día a día para intentar resarcir el dolor, el siniestro capítulo de la historia y desde luego no blanqueando a los herederos de aquella sinrazón, y por supuesto siendo valientes, hablando cuando nos exigen silencio y callando cuando nos exigen gritar».
Así, tras apuntar que «el terrorismo siempre está larvado, siempre está esperando su momento y siempre aparece cuando el Estado se siente débil», ha defendido que hay que tener «memoria» para reivindicar las instituciones y «recuerdo» de quienes se enfrentaron al «horror» terrorista, para así «construir un futuro de paz» que «merecen las víctimas».
HAY QUE AVANZAR
Durante su intervención, la presidenta extremeña ha defendido que no hay que confundir «memoria con rencor», porque «mirar atrás» no debe impedir «avanzar», aunque ha recordado que España ha vivido «años terribles» en los que la «sinrazón» del terrorismo de ETA «quiso arrinconar a una sociedad libre, entusiasta, que tenía ansias de progreso», y ha incidido en que no hay que olvidar a las víctimas de esa «barbarie».
«Yo no quiero que Extremadura olvide y yo no quiero que esas jóvenes generaciones que afortunadamente no han tenido que convivir en ese sangriento terrorismo ignoren lo que aquí se vivió», ha espetado Guardiola, quien ha apuntado que la paz que se consiguió alcanzar en España «está sembrada de lápidas, de desolación y de lágrimas».
En este punto, ha destacado que esa «paz fue fruto del trabajo pero sobre de la valentía de muchísimos españoles que no se acobardaron ante ese chantaje violento y que siguieron dando la cara, que defendieron a España y su integridad a pesar de poner en riesgo su propia vida».
Ha incidido, también, en que al terrorismo en España «se le venció con el corazón y con la honestidad, defendiendo los derechos y los valores democráticos, confiando en las instituciones, no dejándose amedrentar, no comprando los marcos mentales de los terroristas ni escuchando sus reivindicaciones», porque «este país necesita firmeza y verdad, no dar por buena cualquier reivindicación ni asumir que tenemos que atender cualquier ocurrencia, porque ese es el caldo de cultivo del terror, la benevolencia con quien es capaz de todo».
En esta línea, ha considerado que en España hay que «recuperar» el «Espíritu de Ermua, esas manifestaciones espontáneas, aquel dolor que compartían todos los españoles, ese punto de inflexión que supuso el asesinato cruel y frío de Miguel Ángel Blanco, cuando toda España salió a la calle, cuando toda España lloró por aquel joven que murió, que fue asesinado solamente por tener ideales, por querer y defender un País Vasco mejor, una España mejor, un mundo mejor sin terrorismo, sin atrocidades, sin identidades excluyentes, sin esos verdugos silenciosos que no condenaban estos atentados en las instituciones».
Así, ha destacado que la política demostró entonces que tenía «la fuerza, las herramientas y la altura de miras suficiente para conseguir lo que se consiguió: acabar con el terrorismo… unir al pueblo, y también unir a los partidos, expulsar a los culpables y a los cómplices del oprobio de la democracia, imponerse a la extorsión y a las amenazas».
GALARDONADOS
De este modo se ha pronunciado María Guardiola durante el acto en el que este miércoles en Mérida han recibido las Medallas a las Víctimas y a la Defensa de las Víctimas del Terrorismo en Extremadura un total de 136 personas y una institución (la Federación Extremeña de Hermandades de Donantes de Sangre).
En este acto, el presidente de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, José María Antón López, ha defendido la necesidad de «dar justicia, verdad, reparación» a quienes sufrieron la «barbarie» terrorista.
También ha criticado las «prebendas» que puedan recibir aquellos que pueden llegar a cobrar «sin ser víctimas».
Al mismo tiempo, ha reivindicado como «necesidad pendiente» por ejemplo la de que se reconozca a una familia que perdió por el terrorismo de ETA a un niño de 13 años. «Memoria y reconocimiento a las víctimas», ha reclamado Antón López.
Mientras, la representante de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Extremadura Inmaculada Sánchez Polo ha defendido la necesidad de perpetrar una «memoria colectiva» para poder «mirar al futuro» con un «relato veraz» para las generaciones venideras de lo que ha supuesto el terrorismo de ETA en España.
«El olvido nunca puede ser la solución», ha espetado, al tiempo que ha incidido en que «nada borra el pasado, el dolor y el daño» de más de medio siglo de «vidas rotas, destrozadas» por la «falta de escrúpulo» de los terroristas de ETA.
«Es el día de la verdad, la memoria y la justicia» en una sociedad que, ha incidido, «no debe olvidar» lo ocurrido, máxime en momentos en los que incluso terroristas están recibiendo «homenajes».
Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha incidido en que la capital extremeña «nunca» dejará de defender la «justicia» y «sobre todo el recuerdo» de las víctimas del terrorismo de ETA.
Como ejemplo, ha recordado que Mérida dispone de dos espacios de recuerdo, frente a la Academia de la Guardia Civil de Tráfico y en una de las rotondas de la avenida Reina Sofía.
En este sentido, Rodríguez Osuna ha subrayado que es «muy importante» mantener una «memoria suficiente» hacia aquellas personas que defendieron con su vida «la libertad». «Mérida os apoya», ha espetado a los galardonados con la Medalla a las Víctimas y a la Defensa de las Víctimas del terrorismo.