Greenpeace pide a la Junta andaluza «dar pasos» mediante su derecho de retracto para derribar el Algarrobico (Almería)
ALMERÍA, 17
El coordinador de Greenpeace Andalucía, Luis Berraquero, ha reclamado este viernes a la Junta de Andalucía que pase a una «política proactiva» y comience a «dar pasos» para hacer efectiva la demolición del hotel que se ubica en la playa del Algarrobico de Carboneras (Almería), para lo que cree conveniente que el Gobierno andaluz ejerza «su derecho de retracto» de manera que pueda inscribir registralmente a su nombre las fincas sobre las que se levanta el inmueble promovido por Azata del Sol.
«Necesitamos pasar de las palabras y las buenas intenciones a la acción», ha indicado Berraquero a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Almería con motivo del juicio contra 28 acusados de haber provocado daños en el hotel durante una acción reivindicativa que tuvo lugar el 11 de mayo de 2014 cuando se pintó sobre la fachada un gran punto negro en cuyo interior se escribió Hotel ilegal .
El representante del grupo ecologista ha reconocido el «interés» mostrado por la Junta para que el edificio «se tire», si bien le ha instado a que, para ello, se efectúen movimientos por vía civil de cara a hacerse con los terrenos.
Para ello, ha insistido de nuevo en la ejecución del derecho de retracto por 2,3 millones de euros que ejerció la administración autonómica en 2006, que ya se avaló también judicialmente en firme «dado el notorio interés ambiental» de los terrenos y la calificación como zona C1 en los que se encuentran en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
Berraquero ha anunciado igualmente una segunda reunión durante la jornada de este viernes con el alcalde de Carboneras, Salvador Hernández (CS), para instarle a realizar las acciones necesarias con las que declarar «no urbanizable» los terrenos en el PGOU del municipio y, posteriormente, acceder a la anulación de la licencia de obras.
«Nosotros vamos a seguir batallando para que se tire este adefesio ambiental», ha indicado el representante del colectivo conservacionista, quien ha incidido en el dilatado proceso judicial que atraviesa el hotel que acumula ya 18 años desde la paralización cautelar de las obras. «Hay gente que ha podido votar en las últimas elecciones y que cuando nació el Algarrobico ya estaba en pie», ha advertido.
De otro lado, ha lamentado los «diez años de pena de banquillo» que acumulan los 28 acusados de haber causado daños en el hotel a través de un procedimiento impulsado por Azata del Sol y ante el que la Fiscalía no realiza acusación ante una acción reivindicativa de Greenpeace que se dio cuando las obras del hotel llevaban ocho años paralizadas.
«Nosotros hicimos una acción sobre un hotel que ya estaba en ruina», ha defendido a la hora de criticar que haya personas que se exponen a una pena de cárcel –un año de prisión cada uno– cuando «es la empresa la que lleva 18 años mareando la perdiz por intentar construir un hotel a sabiendas de que era ilegal» y que acumula «numerosísimas sentencias que acreditan que no debe de estar construido».
El coordinador ha afirmado la acción realizada «no es delito» sino que forma parte de una reivindicación en defensa de «la naturaleza» y dentro del «derecho a protestar de forma pacífica, no violenta». «No vamos a parar, porque somos incansables, hasta que no veamos el Algarrobico tirado», ha advertido.
Por su parte, los letrados José Manuel Marraco y Juan Domingo Valderrama, que ejercen la defensa de los 28 acusados, han incidido en la «presunción de inocencia» de sus representados antes de que comenzara la vista oral, en la que todos ellos se han desligado de los hechos.
«Todo el mundo tiene que saber que este edificio está paralizado desde el año 2006 por una orden judicial y no sabemos por qué, existiendo 14 sentencias del Tribunal Supremo, todavía sigue abierto», ha manifestado Marraco quien, junto con su compañero, ha solicitado en sala la libre absolución para los acusados y, en caso de ser condenados, la aplicación de una atenuante de dilaciones indebidas muy cualificada dada la distancia en las que ocurrieron los hechos.