González Pons avisa de que si Junqueras toma posesión y ejerce como eurodiputado, sería como un indulto o la amnistía
Le «aterra» ver lo que está pasando con la Abogacía y cree que el Gobierno de Sánchez «va más allá de la perversión de las instituciones»
El eurodiputado del Partido Popular Esteban González Pons ha explicado este lunes que si Oriol Junqueras «toma posesión y solicita ejercer el cargo» de eurodiputado, «podría alcanzar un grado penitenciario que le permitiera salir de la cárcel» y conseguir «un resultado parecido al indulto o la amnistía».
«Si ese grado penitenciario se le concediera obtendríamos un resultado muy parecido al del indulto o al de la amnistía sin necesidad de que el Gobierno se comprometa en nada», ha sostenido González Pons en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press.
El eurodiputado ha recalcado que el Tribunal Supremo (TS) «suspendió la ejecución de pena por inhabilitación», por lo que Junqueras «tiene derecho a pedir su toma de posesión como eurodiputado». Y ha añadido que ejecutar esa inhabilitación «es una decisión que tiene que tomar el Tribunal Supremo español», y que en caso de ser así, se evitaría que el exvicepresidente de la Generalitat tomara posesión de su cargo.
Además, el eurodiputado ha añadido que está preparado para las alegaciones que se conocerán en las próximas horas o días por parte de la Abogacía General del Estado al respecto de la sentencia del Tribunal de Justicia europeo (TUE). A su juicio, la situación es «distópica» y cree que el Gobierno en funciones de Sánchez «va más allá de la perversión de las instituciones».
No obstante, ha recalcado que en la pasada legislatura del Parlamento Europeo, los eurodiputados «constitucionalistas» de PP, Ciudadanos y PSOE «fueron uno defendiendo a España» y «el interés del país», y ha subrayado que en esta legislatura «está sucediendo lo mismo». «No tengo queja de los diputados socialistas, solo tengo palabras de elogio y afecto para mis compañeros del grupo socialista», ha sostenido.
Además, ha manifestado su deseo de que «continúe así» pero que le «aterra ver lo que está pasando con la Abogacía del Estado», y le dan «miedo las consecuencias que después puedan derivarse al resto de las instituciones y al resto de políticos».