Gestha ve «difícil» que se alcancen las previsiones de recaudación de los Presupuestos
Recuerda que hay margen para subir las tasas impositivas marginales máximas del IRPF sin trabar el crecimiento
MADRID, 11
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ven «difícil» que se pueda alcanzar la recaudación tributaria anunciada en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del Gobierno, que prevé un aumento de 19.746 millones, un 9,5% ás, respecto al avance de liquidación de 2018, hasta el récord de los 227.356 millones de euros, después de que se prevea superar en 2018 los ingresos previos a la crisis.
No obstante, los técnicos creen que las medidas impositivas previstas mejoran la progresividad del sistema tributario y recuerdan que España adolece de un diferencial negativo con la presión fiscal ponderada europea de entre 50.000 y 60.000 millones anuales menos.
En concreto, España perdió una recaudación de 66.480 millones por su menor presión fiscal, a lo que se suma que presenta un déficit superior a los 77.000 millones en el gasto público de las políticas del Estado del bienestar con la media ponderada de la UE.
El sindicato sostiene que la previsión de recaudación de algunas medidas tributarias podría estar «sobrevalorada», al margen de que la actual dinámica parlamentaria podría impedir o demorar la aprobación de las leyes de los nuevos tributos, dejando sin efecto su impacto recaudatorio en 2019.
El Gobierno espera recaudar 4.000 millones más por IRPF por las subidas de la renta del ahorro a partir de 140.000 euros, así como por el alza de dos puntos en el tramo estatal a la renta general superior a los 130.000 euros y de cuatro puntos para más de 300.000 euros, junto con el aumento de las rentas.
Para Gestha, estas medidas contribuirán a revertir una tendencia por la que la progresividad iba desapareciendo «de hecho» en los tramos más altos de renta.
Asimismo, los técnicos coinciden con el FMI en que en España hay margen para subir las tasas impositivas marginales máximas del IRPF sin trabar el crecimiento económico, y recuerdan que España ocupa el puesto 15 de la UE en cuanto a tipos marginales máximos en el IRPF.
ESTIMACIONES INFUNDADAS
Por otra parte, Hacienda confía una parte de este incremento de los ingresos en 2019 al Impuesto de Sociedades, que según las estimaciones gubernamentales aportará 27.579 millones, un 14% más que el pasado año, gracias al tipo mínimo del 15% que establecerá para grandes empresas y del 18% para la banca y compañías de hidrocarburos, la reducción de la exención de dividendos y plusvalías obtenidas en el extranjero, contando con la merma de 260 millones por la bajada al 23% del tipo impositivo para las compañías que facturen menos de un millón de euros.
Sin embargo, los técnicos no esperan que las grandes empresas mejoren sustancialmente su tributación, ya que, incluso con estas medidas, doce años después se estará aún «muy lejos» de superar los 44.823 millones recaudados de las Sociedades en 2007.
En este sentido, señalan que el tipo medio efectivo sobre la base imponible de las grandes empresas es del 19,71%, de las medianas el 22,05% y de las pequeñas el 22,96%.
Además, según Gestha, dada la actual configuración de la Mesa del Congreso, los ingresos del proyecto de PGE de 850 millones por el nuevo impuesto a las transacciones financieras y de 1.200 millones por el nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales, conocido como «tasa Google», pueden quedar en el aire.
Los técnicos ya advirtieron de las dificultades técnicas para conseguir las cifras de facturación de empresas que están radicadas fuera de España, así como otras relacionadas con el control del impuesto para perseguir la elusión y evasión del mismo, hasta que no se apruebe este impuesto por una mayoría de países en la UE.
Finalmente, frente a lo que el Gobierno espera ingresar gracias a la implantación de nuevas medidas de lucha contra el fraude fiscal, los técnicos aseguran que con un plan «realista y eficiente» a medio plazo podría reducirse a la mitad ese 25% al que, aproximadamente, asciende la economía sumergida en España, lo que permitiría recaudar unos 38.000 millones de euros que «se escapan por esa mayor evasión respecto a los países del entorno».